TRITÓN [BakuShima]

Capítulo 5.- Mudo

Sero y Jirou le habían hecho mucho más preguntas cuando se marchó el chico de cabello verdoso.
Pero lo que habían aclarado como tal, es que Eijiro había tenido un accidente, náufrago hasta que llegó a las orillas del mar y fue encontrado por los sirvientes del reinó Bakugou.

Y bueno lo que le siguió le causó vergüenza pues al momento de comer lo hizo de una manera bastante fea, pues parecía un bárbaro agresivo que no comía en días causando le unas fuertes carcajadas a Sero y unas muecas de asco a Jirou, claro que éstos también le contaban cosas de lo que ocurría en el reino, haciendo que Eijiro se diera cuenta que el mundo de ellos era completamente diferente al suyo pero eso no quitaba lo interesante que era.

Pero por ahora miraba por el enorme espejo que le mostraba toda su figura en la tina mientras Sero rápidamente le daba una especie de masaje en su cabeza.

—Soy una especie de mayordomo, no es la gran cosa— le comentó Sero mientras le ponía un líquido de color rosa en el cabello.

—¿Que es un mayordomo?— preguntó.

—Un mayordomo es el empleado principal de un gobierno o una monarquía.

Soltó una pequeña expresión de sorpresa, Sero lo miro divertido.

—¿No lo sabías?

—No, en realidad no sé mucho sobre este mundo. En mi hogar no se me permite salir— confesó haciendo que la curiosidad de Sero aumentará.

—¿Porque?— le miró arqueando la ceja.

—Mi hermano dice que me puede ocurrir lo mismo que le pasó a nuestros padres— mencióno mirando el agua con jabón.

—¿Murieron?— se atrevió a decir, recibiendo un asentamiento por parte del peli-rojo—, lo siento.

Eijiro le dedicó una sonrisa que podía ver por medio del espejo. Dándole a entender que no había problema.

                                ∆∆∆

Izuku abandonó la sala para comenzar a terminar los preparativos de todo. Por suerte lo que aún no faltaba por arreglar era sencillo.

—Dios mio— susurro tomando un suspiro.

—Se te ve cansado— la voz de Sero hizo que lo volteara a ver.

Al lado de su compañero se encontraba Eijiro vistiendo una camisa blanca con un pantalón negro y zapatos del mismo color. Ambos a mitad de las escaleras.

Habían pasado unas cuantas horas desde que había abandonado la habitación de Eijiro.

—La princesa Momo llegará en unos momentos, por favor ve con sus majestades. Necesito que cuando terminen de hablar con la princesa la lleves a ella y a sus acompañantes a sus habitaciones— Sero asintió con una sonrisa.

—Cuenta conmigo Izuku— dijo el chico.

—Eijiro por ahora mantente en tu habitación, los reyes desean conocerte lo más pronto posible pero con la llegada de la prometida del príncipe será difícil — comenzaba a explicarse el peliverde.

Eijiro ladeó la cabeza confundido.

¿Prometida del príncipe?, Eso sonaba raro.

—Esta bien— susurro.

—Gracias, también si necesitas algo le pediré a Jirou que te ayude— sonrió.

Eijiro asintió con la cabeza y comprendió que debía volver a su habitación. Se dio vuelta para volver a subir las escaleras faltantes pero justo cuando lo hizo chocó con alguien.
Este golpe hizo que el se tambaleara provocando que se fuera para atrás asegurando una caída la cual no llegó, pues el hombre con el que había chocado lo había atrapado gracias a uno de sus brazos.