Cuatro

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“¿Idea? ¡Tachada!”










Marvelous, sentado en su asiento rojo y cómodo pareciendo pensativo. Hacía ya dos horas Joe y Ahim fueron a entrenar arriba en las afueras del barco y él, como un tonto pensando en las mil y un maneras de como hacer que Ahim le presté su ayuda.

Si, sonará tonto, muy tonto pero el quería que ella lo ayudará, él quería que le hiciera lo mismo que a Gai, Doc, Joe e incluso Navi. ¡Oh dios! ¿¡Por qué ella no prestaba su ayuda a el!?. Lo único que hacía por él, era el momento en que llegaban después de alguna salida Ahim siempre tomaba su chaqueta y la guardaba, la planchaba o hasta lo ayudaba a quitársela.

Simplemente quería rehusarse a eso, quería que ella lo ayudará de todas formas y maneras posibles. Marvelous, no solo era un líder glotón sino un niño caprichoso que conseguía todo lo que se proponía.

—¿Debería de ser como Luka? —se preguntó entre susurros, parecía un buen plan. Ir al baño para bañarse y gritarle que no encuentra su shampoo, toalla o yo que se. Por un segundo parecía una buena idea hasta que se dio cuenta que lo único que lograría es incomodarla, ¡no podía estar semidesnudo así como si nada enfrente suyo!.

Esa idea, ¡tachada!.

Pensó por un momento en hacer lo mismo que Doc, hacer un pastel y pedirle su opinión. Ah, no, si solo sabría cocinar.


Idea tachada.

Luego pensó en lastimarse con cualquier cosa, podría incluso causarse alguna herida apropósito y así ella le podría curar, no era mala idea pero... ¡Idea no tachada!.

Marvelous rápidamente se levantó de su asiento y corrió hacia la cocina ansioso pero su plan fue interrumpido al encontrarse a Gai hurtando a escondidas el pastel de Doc.

—Pero ¿qué...? —quedó confundido viendo como el Gokai Silver se quedó estático mirándolo con los ojos bien abiertos.

—Yo nunca estuve aquí... —le susurró hasta el punto de parecer maniático hasta luego salir corriendo sin esperar respuesta.

Marvelous sacudió su cabeza un poco confundido y luego va hacia una gaveta de la cocina para sacar un cuchillo.

—Bien, tengo que hacer un pequeño corte, sin que parezca exagerado pero tampoco tan pequeño. Ahim tiene que curarme la herida, si, ella lo va a hacer —sumido en sus pensamientos corto un poco su dedo pulgar hasta el punto en que este empezará a sacar un líquido rojo. —Se ve muy pequeño... —Dudó y agrandó la herida por todo su dedo pulgar hasta el punto en que la sangre parecía interminable.

—¡Así estará bien! —exclamó en susurro orgulloso de su acto mientras veía el líquido rojo caer. Ahora tenía que correr donde Ahim y hacer que le cure la herida.

Marvelous sin dejar que nadie lo viera camino por los pasillos hasta subir las escaleras. Estaba emocionado cual niño sin darse cuenta que parecía un tonto enamorado.

—¡Ahim, necesito tu... —no pudo seguir hablando ya que se encontró con una escena jamás antes vista. Algo en su corazón se rompió y su vista se nubló de ira, mucha ira y celos. Joe no podía estar haciendo esto, no debía. —¿¡Pero qué está pasando aquí!? —exclamó repentinamente sorprendiendo a aquellos dos chicos que parecían perdidos en su burbuja personal.

Joe y Ahim se separaron al instante con aquel grito cada uno mirando hacía un lado diferente con cierto rubor.

—¿Qué sucede? —preguntó el Gokai Blue tratando de hacer como si nada sucedió.

—¿Me preguntas qué sucede? —se preguntó irónico Marvelous pareciendo muy molesto. —¡U-Ustedes tenían que prácticar n-no estar h-haciendo e-eso que hacen! —estaba enojado y celoso pero ni entendía porque actuaba así. Ni el mismo se estaba entendiendo y más por el hecho de encontrar a su mejor amigo con aquella chica le hizo sentir un millón de emociones en el estómago queriendo vómitar.

Quería matar a Joe ahí mismo...

—¡Marvelous! ¿¡Qué te sucedió!? —exclamó Ahim dándose cuenta del chorro de sangre que salía de la mano de su líder. Se acercó con preocupación dándose cuenta que detrás de él venía un camino de líquido rojo.

—¡Ah sí! ¡A eso venía! —recordó eufórico acercándose hacía la chica y con su mano (la que no estaba herida) tomó a Ahim del brazo jalándola consigo de forma brusca —Vienes conmigo.

Marvelous empezó a caminar llevándose a rastras a la Gokai Pink, en su camino sacó un kit de primeros auxilios para luego ir a la sala y sentarla en el sofá junto a él.

—Curame —más que un pedido había sonado como una orden y sin esperar puso el kit encima de las piernas de ella y su mano en el regazo de la rosada.

—Yo... Bueno —asintió no muy segura pero sabiendo que de todas formas alguien tenía que ayudarlo.

De primero ella sacó el algodón mojándolo con alcohol y así empezando a desinfectar la herida.

—Parece profunda, Marvelous —aseguró ella. —Tendré que cosértela.

—Haz lo que creas conveniente —su voz había sonado tan profunda y ronca de repente erizando la piel de la menor.

Marvelous no dejaba de ver a la hermosa princesa enfrente suyo, tan cerca al punto de sus piernas rozar. Ella, tan hermosa y delicada. Él empezó desde su hermoso cabello recogido con ciertos rizos, su corta pollina ocultando su frente, bajo un poco más admirando sus hermosos ojos brillantes de genuidad de largas pestañas, su nariz respingada y sus mejillas un tanto regordetas, de pronto unas ganas de tomarlas entre sus manos apareció, quería tocar, quería sentir. Algo muy extraño le estaba sucediendo a aquel dichoso líder pues al ver los tiernos labios rosas y suaves de la chica sintió unas grandes ganas de aprisionarlos junto a los suyos. No se entendía, no lo podía saber con exactitud pero sus sentimientos por ella había crecido de una sobremanera que el quería negar pero ya era tarde, muy tarde.


Definitivamente se había vuelto loco por aquella princesa...

—Tu... ¿Qué hacias con Joe? —aquellas palabras, tan difícil de decirlas pero era algo que realmente quería soltar, necesitaba saber.

—¿Y-Yo? N-nada —un leve sonrojó apareció de la menor con aquella despiadada pregunta. No miró a Marvelous a los ojos en ningún momento, solo sé había atinado a curarlo.

De alguna forma estar así a solas con él le empezaba a causar muchos nervios y más el hecho de que sentía que toda la atención de su capitán recaer en ella. Sentía como la escaneaba por completo.

Se esforzó en no distraerse pero más de una ves levantó la vista chocando contra aquellos rasgados y oscuros ojos helándola por completo.

Al por fin terminar guardó todo con rapidez. —Listo —y sin más despareció del campo de visión de Marvelous saliendo corriendo sin mirar atrás.

Pero gracias a aquel momento mientras que este dichoso capitán la veía imagino tantas formas posibles de acercamiento con aquella chica. No entendía porque se sentía de aquella forma pero no le importaba, solo quería seguir fastidiando a la pequeña princesa, su pequeña y delicada princesa.













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Mi Pequeña Princesa [Gokaiger] Where stories live. Discover now