TEEN WOLF ·ONE SHOTS 2·

82. Jackson Whittemore

Dedicado a: ImSiriusBlackFk

Al abrir mis cortinas de golpe, sonrío al ver que está lloviendo y me estiro hacia arriba ya que me he despertado resplandeciente, seguramente porque estoy de vacaciones y me estoy levantando a la hora de la comida.

Al bajar las escaleras, muevo mis caderas al ritmo de la música, moviendo el trasero de forma exagerada aprovechando que estoy sola en casa. Sigo bailando mientras voy a la cocina, y abro la puerta a mi perro por si le apetece salir afuera y hacer sus cosas. Lo miro incrédula cuando sale y se moja, y luego gimo al verlo caerse en un charco de barro.

—¡Maldito Maximus! ¡Ven aquí, estúpida! —Grito mientras debato en si mis ideas son buenas o simplemente soy idiota. Mi perro piensa que estoy jugando y se pone a huir de mí, haciendo que la situación sea muchísimo más humillante.

Maximus huye de mí por mis piernas, y al ser un pastor alemán bastante grande, me hace tropezar y me caigo justo en el dichoso charco de barro, manchándome y mandando a la mierda el buen humor con el que me he despertado.

—¿Este día puede empeorar más, oh Zeus? —Exclamo arrodillada en el suelo, levantando las manos al aire justo cuando mi vecino Jackson está asomado a la ventana, mirándome como una chiflada que habla sola. Carraspeo incómoda, me levanto del suelo y entro en casa sin importarme que ahora Maximus este rodando por el abono para el jardín de mamá.

Al entrar en mi casa voy directamente al baño más cercano de la puerta de la cocina porque lo que manche lo tendré que limpiar, y entro a la ducha justo cuando escucho a mis padres llegar a casa. Ignoro los gritos de mi madre al ver el barro, y mi muerte súbita cuando descubre donde está mi perro mientras enjabono mi cabello. Cuando salgo del aseo, mi madre me hace limpiar la cocina y bañar a Maximus.

—Cuanto antes lo haga antes puedo morir lentamente. —Susurro para mí misma y cuando termino con mis tareas, subo a mi cuarto, cierro las cortinas de golpe y me tiro a la cama de la forma más dramática que puedo.

No pasan ni cinco minutos, y mi puerta suena, ignoro a quien sea, ya que seguramente sea mi madre, y sigo con la cabeza escondida hasta que alguien carraspea. Con un suspiro exagerado me siento en mi cama, pero me quedo congelada al ver a Jackson mirando mis cosas con bastante curiosidad.

—Hola. —Dice Jackson mientras observa las fotos que tengo con mis mejores amigos, Scotty y Sti en la bolera con una mueca. —Eres Emily Reyes, ¿no? La hermana de Erica.

—Si. —Digo sin saber que más decir porque, bueno, Jackson Whittemore ha frito mi cerebro con esos ojazos tan claros. —Hola.

—¿Eso es un lagarto? —Pregunta Jackson señalando el terrario donde JJ descansa. Asiento y se queda mirando la placa que decora la parte trasera del terrario. —¿JJ?

—Lo llamaron así Stiles y Erica... Es... Uh. Se llama Jackson Junior. —Murmuro sin entender aún la broma, pero mis amigos y mi hermana siempre se ríen como locos. Jackson parece entender también la broma, porque frunce el ceño y se sienta en mi cama, mirándome con una sonrisa de lado e ignorando el tema anterior con bastante facilidad.

—Ya no tienes barro en la cara. —Dice divertido. —Fue divertido verte perseguir a tu perro. Siempre me gusta verte jugar con él, se nota que lo quieres mucho, pero me gusta mucho más cuando se escapa y siempre le llamas estúpida, o cuando bailas como una loca y te ríes sola, y...

Miro fijamente a Jackson porque, bueno, es evidente que me ha estado observando mucho, bastante, demasiado, o tal vez demasiado poco. Jackson parece darse cuenta de lo que ha dicho y mira un punto lejano a mí con vergüenza, luego saca lo que parecen dos entradas de cine y me las pasa.

—¿Quieres salir conmigo? Sé que esta saga es tu favorita. Son para el estreno. —Dice Jackson, y me parece adorable que se vea tan vergonzoso. Sonrío al aceptar las entradas y Jackson sonríe antes de inclinarse, besar mi mejilla y salir corriendo.

—Al final este si que es mi día. —Murmuro para mí misma mirando las entradas feliz, pero el momento se estropea cuando mi perro entra lleno de barro a mi habitación y comienza a rodar por mi cama. —Oh, sabía que se me olvidaba algo. Mierda.

PRÓXIMO SHOT: JORDAN PARRISH