Culpa

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Empapado de pies a cabeza el azabache entró frenéticamente por la puerta de aquella vieja morgue. Se acercó a la recepción encontrándose a su vieja compañera Nelly atendiéndola.
No sabía cómo acercarse, qué decir, nunca había hecho eso y se sentía tan ajeno a la situación.

- Mph mph - emitió esos sonidos de su boca haciendo que Nelly voltease a verlo

- Craig... - dijo sorprendida de verlo

- Yo... yo vengo a - le costaba hablar por el nudo en su garganta formado.

- Lo se - respondió ella - Lo lamento mucho - dijo tratando de mostrarle solidaridad - Cuarto T19, pasas esas puertas y son las últimas puertas metálicas - explicó - Encontrarás un sillón afuera y una máquina de café -

Craig ya no dijo nada, comenzó a avanzar en la dirección que Nelly le había indicado. Al estar parado frente a aquellas puertas sus brazos perdieron fuerza, no podía empujarlas.
Nelly al ver esto se acercó a ayudarle, abriendo las puertas de un solo movimiento. El azabache se sentía avergonzado, vulnerable, expuesto, únicamente vió esos ojos preocupados de color avellana verle despectivamente.

A paso lento avanzó por el enorme pasillo. Arrastraba sus pies con pesadez mientras que sus piernas temblaban, había perdido toda su fuerza en un abrir y cerrar de ojos.
Al sentir que iba a desfallecer se agarró del barandal y continuó avanzado. Todo se sentía muy real y eso lo asustaba.

Se dejó caer en el sillón, tenía la mirada perdida en la nada. A primera vista parecía tranquilo, pero dentro de él era todo lo contrario.
No poder llorar es muy doloroso, no saber exactamente qué sentir era peor. Las lágrimas no salían por más que él quisiese y que forzaba a sus ojos producir, de lo único que si estaba seguro era de esa culpa que lo carcomía por dentro. Sentía enojo, frustración, furia consigo mismo, se daba asco.

El sonido de las puertas abrirse volvió a escucharse pero el azabache ni siquiera le tomó importancia.

- ¡Craig! - escuchó su nombre decir girándose en ese sentido. Se trataba de los padres de Tweek, no quería encararlos, mas bien no podía hacerlo en ese momento - ¡Gracias al cielo estás bien! - dijo la mamá de Tweek protegiéndolo con sus delgados brazos en un abrazo.

Al separarse de ella notó lo rojizo de sus ojos, había llorado. El padre de Tweek se acercó a él y lo abrazó fuertemente mientras lloraba desconsoladamente en su hombro. El olor tenue a café proveniente de Richard se coló por su nariz, siempre fue su favorito pues era lo caracterizaba a Tweek, no pudo evitar aspirarlo con intensidad.

- Pensamos que estabas ahí cuando pasó...- dijo Richard separándose de él limpiando con la manga de su suéter la mucosidad de su nariz

- ¡Dame eso! - le dijo su esposa quitando de sus manos la funda protectora que albergaba lo que parecía ser ropa dentro de este. Craig no se había dado cuenta de lo que sus suegros llevaban consigo - Tus padres nos han estado llamado por noticias tuyas, están muy preocupados - explicó - Deberías llamarles -

-¡¿Qué fue lo qué pasó?! - preguntó Richard desesperadamente tomándolo de los hombros con brusquedad. Esto asustó a Craig pero comprendía sus acciones

- ¡No lo sé! Yo... no lo sé - respondió apartando la mirada. Ver a su padre en esa situación le peso y a su vez le partió el corazón

- ¡Basta! - gritó su esposa apartando sus manos de azabache - ¡Déjalo tranquilo! - pidió con la voz entrecortada y los ojos llorosos

- ¡Esto no debe ser así! - gritó respondiéndole a su mujer - ¡No debió ser así! ¡¿No entiendes?! - Richard perdía cada vez más la compostura - ¡UN PADRE NO TIENE QUE ENTERRAR A SU HIJO! -

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⏰ Last updated: Sep 25, 2019 ⏰

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