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—¿Q-qué quieres decir con que se mudará a California? —Camila preguntó con incredulidad.

—Eso es lo que me dijo antes de irse. Le dije que era muy apresurado, pero no me escuchó. Cuando salga de aquí, hablaré directamente con ella y veré si saco eso de esa loca cabeza. —explicó Vero.

—¿Pero se mudará así? ¿De la nada? —Preguntó la latina, todavía confundida y algo perpleja.

—También fue lo primero que me pasó por la mente y lo primero que pregunté, pero lo que me dijo que lo había estado planeando durante una semana y hoy se había decidido. —Veronica lanzó una mirada de dolor a Camila, que ahora tenía los ojos llorosos.

Ella solo levantó la cabeza, miró hacia el techo, dejó su cuerpo erguido y respiró hondo tres veces. Tan pronto como volvió a mirar a Vero, los restos de lágrimas eran casi nulos.

—Déjala ir. —Dijo con firmeza.

—¿Qué quieres decir con dejarla ir? Camila, ¿qué está pasando? ¿Vas a renunciar tan fácil? —Veronica la agarró por los hombros y la sacudió.

—Si Lauren realmente me ama, ella regresará. —Ella dijo simplemente. —Y no perderé mi tiempo tratando de demostrar mi inocencia sobre la traición que ella creó en esa jodida mente suya.

—Pero Camila-

—Nada, Veronica. —la interrumpió la latina. —Lo que voy a hacer es luchar por la custodia de mis hijas, que ahora son las únicas personas que me importan.

—Podría ofenderme por eso, pero lo haré. —Vero puso los ojos en blanco. —¿Y realmente crees que esto será bueno para tus hijas? Lauren en una esquina y tu en otra? Ya sufren contigo viviendo en la misma ciudad, ¡imagínate en diferentes países!

—Veronica, eso depende de Lauren. No puedo hacer nada más al respecto. —Ella resopló. —Y además, ¡ni siquiera puedo probar que realmente no la engañe! —Lanzó sus manos al aire.

—Necesito hacer una llamada, dame un minuto. Camila, no te vayas, todavía tengo mucho de qué hablar contigo. —Dijo y se fue con el teléfono en la mano.

[...]

TRES DÍAS DESPUÉS

—Mila, vamos, ¡tienes que levantarte! —Ally estaba tratando de sacar a Camila de la cama.

—Ya dije que no quiero, Ally. —Ella murmuró.

—¿Y vas a estar en esta cama todo el día? —insistió la bajita.

—Si.

—Camila, no estoy bromeando, date prisa. ¡Levántate ahora! —Agarró la manta alrededor de la latina y se la quitó, descubriéndola.

—Qué molesta eres, Ally. —Ella dejó escapar un aliento irritado y se sentó. —¿Desde cuándo te empezó a gustar esto? Además, ¿qué hay de Antony? Troy? ¿Vas a salir y dejarlos a ambos en casa?

—Troy se encargará de él y saldremos para divertirnos.

—¿Y dónde nos vamos a divertir? Haciendo Crochet con mujeres de un asilo?

—Parece que aquí no hay buenos lugares para salir y divertirse. —Ella rodó los ojos. Pero ignorando tu broma y respondiendo tu pregunta, saldremos con Veronica, Saif y Lucy.

—¿Saif está aquí? —Camila frunció el ceño confundida.

—Si está. Vero dijo que tenía unos días libres y volvió para estar con ella. —Ally explicó.

—Hmm —murmuró y se arrojó sobre la cama de nuevo.

—O te levantas y te preparas por tu cuenta, o yo también te sacaré de allí. —La pequeña mujer se enfureció.

The Experiment: It's Not Over Yet [2ª temporada]  Where stories live. Discover now