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SHAWN

3 años después

En el momento en que todos los pasajeros se encuentran abordo, la azafata comienza a dar las indicaciones de siempre y decido cerrar los ojos y colocarme los audífonos debido a que las conozco a la perfección y muero de sueño. Encontrarme de tour es demasiado agotador, solo es viajar de un lugar a otro casi sin descanso, pero al estar en el escenario con miles de personas cantando al unísono conmigo hace que valga la pena todo y me olvide de algunas cosas.

Siento que no pasa si quiera un minuto cuando alguien empieza a mover mi hombro con delicadeza para que despierte, al hacerlo me doy cuenta que estoy en casa. Hemos aterrizado en Ontario y una enorme sonrisa aparece en mi rostro, muero de emoción por ver a mi familia y más a mi pequeña hermana porque mañana cumple veinte años y tendrá una gran fiesta, no logro entender como es que todo sucedió tan rápido, pero para mí siempre seguirá siendo la pequeña Aali que solicita mi ayuda para hacer cualquier cosa.
Salgo del avión con una mochila colgando de mis hombros y camino hasta encontrarme dentro del aeropuerto, por fin en mi ciudad. No me quedo a esperar maleta, debido a que no traigo más equipaje, todo lo dejé en Amsterdam porque tengo que regresar en unos días y seguir con mi trabajo, agradezco que el cumpleaños de mi hermana sea en un día que tengo libre, si no fuera así estuviera sintiéndome muy mal por no encontrarme con ella.

Luego de caminar por unos minutos logro estar en la salida y diviso a mi familia esperándome en el auto como habíamos decidido, miro hacia los lados antes de pasar la calle y salgo casi corriendo para llegar a su lado, Aaliyah se baja y me envuelve en un abrazo enorme, la cargo emocionado y se suelta riendo debido a eso, al separarnos mi mamá y papá hacen lo mismo que su hija y subimos al automóvil para ir a casa, estoy suplicando estar ahí para encerrarme y no despertar hasta el día siguiente a la hora de la fiesta.

-¿Qué tal todo? -pregunta mamá iniciando la conversación.

-Una total locura, sigo alucinando al ver los conciertos por completo llenos y cada ciudad que visito es grandiosa, pero muy agotador, también -respondo recargando mi cabeza en el asiento cerrando los ojos, antes de hacerlo veo como ella sonríe feliz de tenerme a su lado, de nuevo.

-No es hora de dormir, no te he visto en meses y tienes miles de cosas que platicarme -habla Aaliyah dándome un golpecito en el brazo para que despierte, lo hago y me tallo donde recibí el golpe haciendo una mueca como si hubiera dolido terrible y solo me saca la lengua burlándose.

Seguimos platicando de como le va en la escuela, todo lo que a hecho y presume que ha mejorado demasiado en hockey, tanto que asegura que puede vencerme sin esfuerzo, solo con escucharla decir eso suelto una gran carcajada burlándome, haciendo que reciba otro golpe pero ese en verdad si duele y de inmediato guardo silencio, logrando que sea ella la que se suelte riendo de mí. Verla de esa manera hace que me dé cuenta cuanto la extraño en cada viaje que hago.
Por suerte mi casa y el aeropuerto no están muy lejos, así que al pasar unos minutos llegamos a nuestro destino, una sonrisa enorme aparece y dejo caer la mochila en la sala en cuanto nos encontramos  dentro, voy hacia arriba donde una vez fue mi habitación para encontrar todo igual a como lo dejé cuando me mudé, demasiados recuerdos hay guardados en ese lugar. Miro hacia los lados antes de entrar sintiéndome completo y me tiro en la cama solo para descansar un poco y estar listo para todo lo que quiere hacer Aali, aunque sin entenderlo, en cuanto mi cuerpo toca las suaves telas, caigo, sin poder evitarlo, en los brazos de morfeo.

• • • •

Abro los ojos confundido por lo que sucedió y todavía adormilado camino a abrir la cortina de la recamara, lo que logra que la luz solar queme mis ojos y las deje como estaban antes de moverlas, empiezo a buscar mi celular por todos lados para averiguar la hora y lo encuentro en el buró al lado de la cama, de nuevo me lanzo a ella para tomarlo y quedo sorprendido, van a dar casi las dos de la tarde, no puedo creer que nadie me haya despertado, pero agradezco por completo que así fue porque me siento renovado y listo para todo lo que se tiene que hacer. Bajo hacia el primer piso bostezando y camino hasta el jardín donde encuentro a mi mamá y mi hermana organizando algunas cosas para la noche, todo se ve por completo hermoso. En la piscina hay unas luces de colores colocadas, un espacio ideal para que se ponga el DJ cuando llegué y al ver que ahí se encuentra un micrófono me emociono porque deseo ya cantarle la canción a Aaliyah, luego hay varios sillones pequeños color blanco donde la gente puede sentarse y lo que más me impresiona es una enorme y larga mesa llena de dulces, listos para ser acomodados, camino hasta allí para tomar uno y cuando estoy por hacerlo siento como alguien me pega en la mano para evitarlo, levanto la mirada y veo a mi mamá negando con la cabeza, bufo y regreso a la cocina para poder comer algo ya que muero de hambre.

Pecas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora