(siete) vírgenes y ebrios

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Cada minuto que pasaba parecía ser una eternidad.

Jungkook ya había perdido la cuenta del tiempo que llevaba encerrado ahí dentro.

El pelinegro y el castaño se encontraban en lados opuestos del armario, intentando mantenerse lo más alejados posible, pero el tamaño del clóset no se los permitía, debía medir metro y medio de largo y alto.

Al más alto se le habían entumido las piernas de tanto tenerlas en una sola posición, se moría de aburrimiento, podía escuchar la música, risas y gritos que venían desde abajo, se estaba perdiendo de una gran fiesta y todo por culpa de Jungkook.

Taehyung miró su reloj, si la vista no le fallaba, eran alrededor de las dos de la mañana.

Jungkook buscó entre los abrigos algo que le pudiera ayudar a matar el tiempo, encontró una botella de vidrio llena.

«No sabía que Jin fuera un alcohólico»

El pelinegro quitó la tapa y olió el contenido, no era un experto en bebidas alcohólicas, sin embargo, pudo deducir que se trataba de vodka.

Bebió un trago, pues ya qué a más daba, y le pasó la botella al castaño.

—Bebe un poco que esto va para largo.

Kim obedeció y tomó un poco del transparente líquido.

Tomaron un par de tragos más.

—¿Puedo saber por qué me odias? — 
Preguntó Taehyung, siempre tuvo esa duda en su cabeza, y creyó que este era un buen momento para saber la respuesta.

—No lo sé. Tal vez es porque eres demasiado idiota y te la pasas molestándome —Jungkook miró con fastidio al contrario aunque la oscuridad del lugar no dejó ver la expresión que cada uno tenía en sus rostros —¿Tú por qué me odias? —Preguntó Jungkook, fingiendo desinterés aunque por dentro tenía muchas ganas de saber la razón.

—Porque eres un engreído, crees que tienes a todo el mundo a tus pies y eso es algo que odio —soltó Taehyung, pero no era toda la verdad.

El haber dicho eso hizo que los dos se sintieran liberados, la tensión que existía en el lugar se dispersó ligeramente.

Jungkook y Taehyung siguieron bebiendo y platicando como si de dos amigos se tratase; hablaron de sus peleas de secundaria, peleas recientes, más razones para odiarse, entre otras cosas por el estilo. Incluso descubrieron que tenían el mismo tipo de humor.

Y no, su odio no se había acabado, ahora simplemente podría decirse que podían tolerar estar juntos y hablar como gente civilizada.

Después de un rato, los chicos escucharon la puerta abrirse junto a unas risillas y sonidos de besos, Taehyung y Jungkook se quedaron en silencio y quietos como estatuas.

Pudieron escuchar la voz de una chica y la de un chico, y los dos jóvenes encerrados sabían que esto solo significaba una cosa.

«Van a tener sexo»

No pasaron ni dos minutos y el lugar ya se había llenado de agudos gemidos por parte de la chica, el rechinido de la cama, y otros cuantos sonidos lascivos.

Jungkook y Taehyung estaban incómodos, sobretodo el pelinegro, al que le sudaban las manos y respiraba con dificultad.

El castaño se dio cuenta de ello y decidió jugar un poco con el pequeño, nunca hay que perder la vieja costumbre.

—¿Eres virgen?

Jungkook abrió los ojos lo más que pudo y tragó grueso.

—P-por supuesto q-que sí, ¿por qué lo preguntas?

Taehyung sonrió por el notorio nerviosismo del pelinegro y decidió cambiar su respuesta.

—Es que sueles mover el culo como una puta cuando caminas.

Al escuchar aquello a Jungkook se le olvidó lo que ocurría afuera del armario y se enojó, pero antes de insultar al idiota se le ocurrió algo mejor que golpearlo.

—O sea que te la pasas todo el tiempo viendo mi trasero —Dijo con un tono juguetón.

—P-para nada —Taehyung tenía las mejillas rojas y agradecía que Jungkook no pudiera verlo —Yo no soy gay —se abofeteó mentalmente por decir aquella estupidez.

—¿Tienes algo en contra de los gays? ¿Acaso eres el típico macho homofóbico? —Jungkook se escuchaba molesto y se acercó hasta Taehyung, sentándose en su regazo, tomó al castaño por la camisa y juntó sus rostros, sus labios estaban casi por tocarse cuando el pelinegro comenzó a reír, separándose del alto, que aguantó la respiración todo ese tiempo.

—Descuida, jamás te besaría por voluntad propia, no eres mi tipo —El chico regresó a donde se encontraba sentado.

—¿Y quién sí es tu tipo? ¿SeHun? —Taehyung seguía impactado por la acción del más pequeño y habló sin pensar.

—¿Celoso? —Sonrío Jeon sorprendido.

—¡Jamás! —Taehyung se cruzó de brazos y los dos guardaron silencio.

El tiempo pasaba y los dos chicos que estaban teniendo sexo parecían nunca terminar.

Jungkook tomó de un jalón el contenido de la botella que compartía con Taehyung, éste tenía más experiencia con el alcohol y sabía que el vodka es una bebida peligrosa, puedes tomar y tomar ya que es una bebida dulce pero cuando menos te das cuenta ya estás cayéndote de borracho, y eso es lo que le pasó al pelinegro.

Jungkook empezó a hablar incoherencias sobre cuanto odiaba a Taehyung y que por su culpa estaban ahí encerrados.

Pero todo se salió de control cuando Jungkook dijo algo que cambiaría el destino de ambos.

—Me odias porque soy virgen, ¿verdad? Pues entonces haz que deje de serlo.



atrapados en el armario «kth + jjk »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora