Un joven se fue al haber sido engañado por una mentira la cual se tomó muy personal. Terminó viviendo en los barrios bajos donde se la pasa robando por desahogo y aprovecha para ayudar a otros. Volviéndose en un experto en ello, pero quería ir por...
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Morro
Salí con Kai en la noche porque me invitó de cenar, aunque nadie me creyera, aún seguía con él. Nos empezamos a conocer por insistencia suya, tampoco insistió cómo yo intento dejarle ver, sin embargo, prefiero dejar en claro cómo el intentaba rogar por conocerme en vez de tratarse una plática entre pendejos. Así de simple, porque sigo sin tener claro su actitud, ni porque sigo aquí.
Me podía andar muriendo de sueño, pero salida era salida, quizás luego por eso termino peor con mi propia salud. Ni modo, un alma por otra alma. Ni siquiera me acuerdo si de esa forma era aquel dicho y estoy muy cansado para poder investigarlo como se debe.
Al final me terminó invitando la comida, si fue el quien quiso salir en primer lugar. Sin embargo, preferí cooperar un poco en ello. De ahí llevé otro rato hablando con él, mientras iban trayendo hasta café. Con el tiempo noté que si se estaba aprovechando para conocerme mejor. Luego de tener varias similitudes estaba a punto de aventarle la taza de café en su cabello para ver si le bajaba tres tonos, a su insinuación.
Literalmente la diferencia más notable sería su impulso, llegaba a decir frases o simplemente contestarme de forma rápida. No me dejó partir, lo cual llegaba a darme más dudas las cuales, me empezaron a dar dolor de cabeza. ¿Porque insistes en estar conmigo cuando parece lo contrario?
Yo a comparación, sería más por mis malas acciones si soy considerado malo. Ajá el mismo me dejó en claro cómo yo lucía como tal, sin embargo, mi actitud era más parecida a alguien quien llega a ser bondadoso y manipulador. Ni yo entendí cómo era eso. Ni porque llegó a llamarme tierno, aunque se corrigió rápido diciendo que él estaba divino esta noche.
—¿Morro? —Me volvió a llamar al dar un aplauso frente mío, parpadeé por el susto, me había perdido un poco en ese poco tiempo—. —Te creí en la luna, pero si ya tengo tu atención, sigue contando.
Aún no había sacado información del incidente o su antiguo hogar. Lo había dejado de lado por quedarme enganchado en las otras conversaciones. Iba arruinar el ambiente sacando esos temas a la luz. No quería eso, entonces prefería seguir como estábamos, con un lindo ambiente nada hostil. A excepción de querer tirarle el café encima, aquello es otro tema por sus extrañas expresiones.
—Ya te dije, en mi pasado no hay muchas cosas interesantes luego de mi ida —El lugar se evitaba mencionar por obvias razones—. —Sigo vivo y bien, logré usar las técnicas aprendidas para lo que ya viste en persona, no sé mucho, pero es efectivo.
Fue complicado aquello, ni siquiera tenía un rumbo o un camino después de haberme ido. Usar lo aprendido de una forma contraría a los mismos valores, los cuales intentaron desde pequeño implantarme.
—Eres bueno, tanto como yo, aparte esos ninjas ni tienen indicios de quien hizo los robos —Una leve sonrisa demostró, al parecer le agrado eso aparte tiene un poco de ego, se le nota un poco por no decir mucho—. —Están bastante ocupados investigándote sin indicios.
