ᴘʀᴏᴍᴇsᴀ 2: ɴᴀᴅᴀ ᴇs ᴘᴀʀᴀ sɪᴇᴍᴘʀᴇ [ʀᴀᴍᴇʟʟᴀ]

Capítulo 29: tengo el poder

Segundos después las luces habían cesado, dejando a Federico libre y habiendo quitado todo rastro de los Oscuros.

Los guardianes todavía no comprendían la magnitud de sus poderes. Cada uno de ellos por separado podían hacer lo que quisiesen, pero juntos eran imparables. No había nada capaz de tirarlos abajo, y cada vez quedaba más claro.

•••
F - ¡No quiero dormir! - refunfuñaba el niño.

M - Hijo, es tarde y estás cansado...

R - Si te vas a dormir puede ser que te deje boxear pronto. - recuerda lo que el niño pidió hace un tiempo. El pequeño, emocionado, se acuesta a dormir.

M - Ahhhhh, ¿No era muy chico para boxear?

Ramiro rueda los ojos y camina hacia el living con Mar siguiéndolo.

M - ¿Qué pasa? - se sientan en el sillón.

R - No sé cómo no lo vimos venir... Sabés que pudimos haber perdido a nuestro hijo, ¿no?

M - Yo creo que si lo vimos venir, pero no lo reconocimos hasta el final. Es que... Ellos eran iguales a Thiago y Vale y eso nos confundió. Pero eso ya pasó, - se acerca más a él. - ya los vencimos y vamos a volver a la normalidad de una vez por todas.

R - ¿A qué te referís con normalidad? - Rama estaba esperanzado.

M - Mirá, Ramita. - suspira. - Pasara lo que pasara siempre supe que mi amor por vos estaba intacto, lo crea o no. Y eso sigue igual, porque te sigo amando incluso más que antes y yo creo que vos también. - lo mira.

R - Yo no quería alejarme, Mar. No sabés la falta que me hiciste todo este tiempo. Sentía que me iba a morir, sentía que me odiabas.

M - ¿Odiarte? - recuerda algo. - ¿Te acordás cuando estabamos en el Mandalay y nos decíamos de todo? - él asiente. - ¿Después de eso qué pasaba?

R - Nos mirábamos y nos dábamos un abrazo.

M - Así somos nosotros. Podemos pelearnos las veces que quedamos pero nuestro amor, nuestro cariño va a tener la última palabra... - se acerca aún más - ... siempre.

R - Te amo, Mar.

M - Te amo, Ramita.