Kuranny Week <3

Day 6.

AAAA un poco (muy) tarde. Lo siento mucho xc pero, estoy satisfecha con este one-shot. Creo que me gusta, y espero que también a ti, idiota. 💜 LaAkariUwU

Equipo

Kurami tenía problemas.

Panny también tenía problemas.

A veces estos podían con ellas; tenían días malhumorados, donde no deseaban hablar con nadie. Donde querían estar solas. Donde odiaban a todos.

A todos excepto a ellas.

Por más molestas que estuviesen con el mundo, nunca incluían a la otra en ese paquete.

Claro, en ocasiones actuaban de manera fría y cortante, puede que hiriente incluso, pero la otra siempre entendía que no eran ellas mismas: era su estado de ánimo. Y siempre se disculpaban.

Hoy era uno de esos días.

A Panny le ocurría algo, pero no quería decir qué era eso que la molestaba.

Kurami lo supo, porque no le envió un lindo mensaje de buenos días. Y no le dió un beso al verla en la universidad. No había llevado su tarea, ni su dinero, o su botella de agua.

Panny no era Panny ese día.

—Te digo que algo le pasa, pero no quiere decirme,— le dijo Kurami a su amiga, la preocupación era evidente en su tono de voz.

—Um... no sé, Kura, sólo tiene sueño seguramente. Es normal, nos han dejado mucha tarea estos días.

Pero ella sabía que no era eso. Conocía a Panny,y se atrevía a decir que la conocía mejor de lo que se conocía a sí misma.

—Yo sé que algo pasa,—murmuró para sí misma, observando a su novia, quien simplemente veía a la nada en ese momento, sin moverse de su puesto.

—Bien chicos, abran el libro donde nos quedamos ayer.

El profesor llegó a interrumpir su conversación y pensamientos.

Acató las instrucciones de este, pero no podía concentrarse en otro tema que no fuese Panny y su extraño actuar.

[...]

Hora libre.

Usualmente no le gustaban las horas libres en la universidad, sentía que eran una pérdida de tiempo. Prefería llevar sus clases una tras otra.

Pero ahora tenía a Panny, y disfrutaba en demasía esas horas libres que podía pasar con ella, claro, cuando estas coincidían.

Y en este momento agradecía demasiado tener ese hora libre, porque podía hablar con ella.

—Hola cariño,— saludó con voz cantarina a la mayor, dando un besito en sus labios.

Pero Panny no reaccionó como usualmente; no sonrió, no le regresó el beso.

—Panny ¿sucede algo?— su tono de voz hacía evidente la preocupación genuina que el comportamiento de la mayor ocasionaba en ella. Necesitaba saber que ocurría para poder ayudarle.