Esa semana estuve muy distraída intentando averiguar qué significaba besar a otra chica, nunca me había imaginado que eso podía ser posible, no sabía ni siquiera si existía una palabra para eso, lo que si sabía es que deseaba con todas mis fuerzas volver a tener ese sueño, era tan lindo y cálido que encendía un suave calor en mi pecho ¿Será esto el amor? ¿La promesa de que hay alguien en este mundo para mi?.
Bueno como decía mi madre - Dios no concede caprichos, ni endereza jorobados-- , lo que yo deseaba no se cumplió.
Por fin llegue a la secundaria, me había esforzado al máximo, me presenté al examen de admisión y espere a que se publicarán las listas, como soy más bien pesimista comencé a buscarme en la última lista, en eso estaba cuando mi amiga Emma llegó y me dijo que no perdiera el tiempo, estaba en la primer lista con una nota buenísima, nos abrazamos y dimos saltos de alegría, las dos habíamos entrado con una nota excelente, me encanta esa edad, cuando eres adolescente careces de miedo y eso te lleva a saltar al vacío sin paracaídas y sin pensar dónde vas a caer, en casi todas mis vidas es una de las etapas que recuerdo con mucha alegría... bueno, salvo cuando me tocó casarme con 15 años, pero cabe mencionar que en 1400, casi al final de la edad media, donde la esperanza de vida podría rondar los 50 años, no era raro que te casaras a los 15 y más si había acuerdos comerciales entre las familias, nada más casarme se me exigió ser madre para dar un heredero, ser madre era precioso, el inconveniente era que no existía el amor, esa adolescencia fue muy triste y complicada, por cuestiones que ahora se, mi alma necesitaba experimentar y aprender a defender su derecho al amor, por desgracia escogí el camino del desamor para comprender lo importante que es.
1987, secundaria ahí te voyyyy pienso disfrutar de este logro como nunca.
