Todas mis vidas, capítulo 11

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Un mes después…

No sé cómo pasa el tiempo volando, mmm la verdad es que si se como, habíamos entrado en un periodo de exámenes, mas entregas de tareas, trabajos de equipos, me había apuntado al equipo de baloncesto, al taller de oratoria y al coro de la iglesia, era  muy importante para mi alcanzar las máximas notas de cara a lo que quería conseguir a nivel académico, todo ello requería una serie de activadas extraescolares para subir notas, en el taller tampoco es que pudiera hablar mucho con Carol ya que la señorita Perséfone me tenia súper vigilada y como mi rendimiento en el taller no era el esperado pues no tenía derecho ni al recreo. Por otra parte los horarios del grupo A no coincidían en absoluto con los del grupo C, los había estado viendo ya que quería por lo menos, coincidir en el pasillo de camino a alguna clase y poder charlar con ella pero parecía que todo estaba en contra, no coincidíamos ni en los mismos edificios y en el recreo no sé cómo se había creado una guerra por ver quién era la mejor clase de ese curso, con lo cual los del A le declararon la guerra a los de C , la competencia era en todas las aéreas posibles ¿Cuándo llegamos a esto?. Un día que no me vi en la obligación de ir a las canchas a competir en el recreo por ganar el partido de baloncesto contra el A, gracias a un esguince de tobillo, me quede sentada en las bancas cerca de la clase que me correspondía al volver del recreo, se acerco Carol, la verdad es que no la vi venir, estaba concentrada revisando mi agenda, se sentó junto a mí y me dijo, me debes una merienda, voltee a verla y sonreí, le dije, es cierto, te la debo, este viernes terminan los exámenes y han cancelado el taller de oratoria por la fiesta de la secundaria, si te parece bien podemos quedar para merendar y de mi casa irnos a la fiesta, me mira triste y me dice, puedo quedar a merendar pero mi madre  no me deja ir a la fiesta, la mire y le pregunte que sucedía para que no la dejaran ir, me explico que era la menor de cuatro y que los mayores eran varones, que sus hermanos no querían ir a la fiesta y que sin ellos a ella no la dejaban asistir, en eso toco el timbre, ella salió corriendo por que su clase quedaba lejos de donde estábamos, pude ver tristeza en sus ojos al decirme que no podría ir.

Ya en casa, estuve hablando con mi mamá acerca de que el viernes invitaría a una compañera de clase a merendar, mi mamá no permitía que llamáramos amigas a personas que conocíamos recientemente, para esos temas ella era muy quisquillosa, me pregunto su nombre y apellidos para saber si conocía a sus padres, le dije que se llamaba Carol Salvatierra, se me quedo mirando y me contesto, seguro es la hija de Dr. José Salvatierra, me quede sorprendida de su comentario, ella me explico que él trabajaba en el hospital, donde ella era directora de personal y que él le había comentado que tenía una hija justo de mi edad que estaba en la misma secundaria que yo, la verdad yo no había hablado con ella así que no podía saber si era cierto pero me atreví a decirle a mi mamá que yo estaba disgustada de que no fuera la fiesta conmigo después de la merienda por que no iba ninguno de sus hermanos, como si yo no fuera de fiar, sabía muy bien que ese comentario surtiría efecto en ella porque según mi madre todos en la familia éramos de una intachable reputación y no solo se podía confiar en nosotros, sino que eramos dignos de toda confianza.

Un par de días después a la hora del recreo le pregunte a Carol, si podíamos vernos a la salida de la secundaria, ella me dijo que sí, que me esperaba en el árbol torcido; nada más salir me dijo que tenía que ir al hospital porque ahí la esperaría su padre para volver a casa y que no podía tardar más de 5 minutos, le dije que con gusto iría con ella caminando, ya que a mi mamá le gustaría que le hiciera una visita sorpresa, me miro y se puso a reír, me dijo gracias, con una gran sonrisa, me dio gusto verla feliz, me miro y me dijo, no sé cómo le has hecho pero me han dado permiso para ir a merendar a tu casa y de ahí nos iremos a la fiesta dos horas, además me ha dicho mi padre que él nos recogerá y te dejaremos en tu casa.

Se paró de pronto y me dijo, sabes que te amo desde todas mis vidas, sabes que debemos ser cuidadosas o esto no saldrá bien, no es la primera vez en la que nos enfrentaremos a los prejuicios de nuestras familias y de la sociedad, solo espero que esta vez seamos más listas, mas astutas y que no nos dejemos llevar por nuestros impulsos, sé que me reconociste en el taller cuando nuestros ojos se encontraron y por ello te pido que seas prudente, espero en la merienda podamos charlar y hacer planes, ahora debo correr por que como llegue un minuto tarde me van a castigar y no me dejen ir a la fiesta contigo, me miro y guiño un ojo, me dijo, esta es nuestra primer cita en esta vida… Me quede muda, eso ya es raro en mi, mil emociones y pensamientos atravesaban todo mi ser ¿esto estaba sucediendo? me fui caminando rumbo al hospital con mil y un preguntas sin respuesta...

Todas mis vidasWhere stories live. Discover now