T R E S

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Sus párpados estaban pesados, le costaba abrirlos. No escuchaba nada, sólo silencio en todas partes. Había aire fresco, estaba en una habitación, lo sabía. Pero, tenía un olor tan repugnante, que daba náuseas. Abrió lentamente sus ojos para observar donde estaba y cuando pudo hacerlo veía paredes blancas, monitores que marcaban sus pulsaciones, cables, agujas. Era un hospital... ¿Qué hacía ahí?

Cada vez que intentaba recordar qué sucedió su cabeza dolía, como si estuvieran taladrando un edificio ahí. Tenía un mal sabor en su estómago, quizás era el olor del lugar, o quizás no. Optó por acostarse y descansar un rato más, pero un ruido lo levantó de golpe. La puerta se había abierto.

— Hola Youngjae. —HaeNeul acababa de entrar junto a Jackson, con una sonrisa de lado, como si estuviera disgustada por algo. Se veía mal, tenía ojeras grandísimas, no sabía cuánto tiempo llevaba aquí, pero supongo eran días.— ¿Cómo te sientes? El doctor acaba de avisarme que podía pasar, aún no sabíamos que habías despertado. —se acercó a él.

— Hola. —trató de sonreír, pero le salió más como una mueca. Así que puso sus labios en una línea.— Me duele un poco la cabeza... ¿Qué sucedió? ¿Cuánto tiempo llevo aquí? Se ven horrorosos. —frunció el seño.

— Todavía no sabemos qué pasó, te hicieron exámenes hace poco, estoy esperando los resultados. Llevas un día, no he dormido en toda la noche. El doctor me ha dicho que te han puesto suero, y tratamientos, porque deliraste algunas veces y estás muy débil. —comentó Jackson mientras lo miraba con tristeza.

Jackson y HaeNeul pasaron las horas de visita contándole que había pasado, bueno, lo que le contaron de lo sucedido. Él trataba de acordar, de aunque sea recordar un pedazo de lo que ocurrió ayer, pero su cabeza no da para más, con tantos dolores.

— Jackson y HaeNeul, es hora de irse, acabó la hora. —el doctor estaba asomado en la puerta, y al darse cuenta que él había despertado se acercó.— Veo que has despertado, ¿Te sientes un poco mejor? ¿Tienes algún dolor?

— Un poco en la cabeza. —lo miró por unos segundos y volví hablar.— ¿Puede decirme que tengo? —notó desagrado en su mirada, quiso saber porque pero se lo impidió, lo mandó a descansar que era lo que necesitaba.

Intentó hacerle caso al doctor y se recostó de la cama para poder descansar, pero no podía no dejaba de pensar en querer saber lo que realmente le paso, así que decidió entrar a su cuenta de Facebook. Tomó su celular y abrió la cuenta tenia muchos mensajes y notificaciones, empezó a ver cada una de los mensajes la mayoría eran de los estudiantes de su colegio, y sus amigos diciendo que se mejorara y que todo iba a estar bien, contestó algunos mensajes dando gracias.

Después de haber cerrado la cuenta. Vio que sus padres y sus amigos estaban hablando con el doctor, notaba disgusto en ellos. Esperó a que terminaran de charlar, para poder preguntarles que sucedía, pero Jackson se acercó primero.

— Antes de darte el alta, te podrán un suero, para que no estés tan débil. —lo miró y suspiró.

— ¿Que ha dicho el doctor? —preguntó mirándolo.

— Youngjae... Esto deberíamos hablarlo en casa. —habló bajo acomodando su camisa.

— Yo quiero saber ahora, no quiero esperar. —le rogó con la mirada, hasta que accedió.

— El doctor ha dicho... —hizo una pausa y vio como se debatía contra él mismo, si hablar o no. — Bien... es algo grave ¿vale? y necesitas ayuda. —lo miró y tomó una bocanada de aire. — Por lo que entendí tienes esquizofrenia, Youngjae.

Youngjae lo quedó mirándolo sin decir nada, no sabía que decir, estaba anonadado, sus padres y amigos lo miraban fijamente sin decir nada. 

Esquizofrenia | Choi YoungjaeWhere stories live. Discover now