#15

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le aviso —para entonces, la chica ya había vuelto a fijar la vista en la pantalla de la computadora que tenía enfrente y a tipear como si yo no estuviera ahí.

Me acomodé en uno de los sillones y esperé. Fueron unos eternos, larguísimos treinta minutos durante los cuales no pude hacer otra cosa más que responder los mil quinientos mensajes histéricos que me llegaban de la agencia y, entre uno y otro, retorcerme las manos como una poseída.

Cuando la espera me pareció más que suficiente, me acerqué nuevamente al escritorio de la secretaria:

—Discúlpame, ¿ya me pudiste anunciar? Es que no tengo demasiado tiempo. Tengo que volver a trabajar.

—Lo lamento —dijo la chica, cuando era evidente que no lamentaba nada—. Hasta que Desmonti no se desocupe, no lo puedo interrumpir. Y como ya habrás notado, por allí no bajó nadie...
comentó mirando hacia la escalera y dando a sus palabras una inflexión que me hacía quedar como una estúpida.

Pasaron otros treinta minutos iguales a los anteriores y a las respuestas a otra tanda de mensajes SOS de la agencia y a la retorcida de manos, yo le había agregado el golpeteo constante del piso con el pie.

—Necesito por favor que le avises a Desmonti que lo estoy esperando —le dije a Miss Simpatía después de acercarme nuevamente a su escritorio e intentar dibujar en mi cara una media sonrisita—.Tengo que irme…

—Ya te expliqué que no puedo interrumpirlo. Cuando la persona que está entrevistando baje por esa escalera…

Mientras la secretaria hablaba, una puerta lateral se abrió a mis espaldas. La chica de pronto se calló y miró por sobre mi hombro. Cuando me di vuelta, vi que alguien subía por la escalera.

Di Hola Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon