¿Hay algo peor que salir embarazada a los 19 años?
Si, lo hay..
No saber cual de estos tres idiotas ,pero irrevocablemente sexys dioses del olimpo es el padre de mi hijo.
Para Brooklynn Parker la vida era sencilla .. hasta que la cigüeña decidió de...
—No creí que te vería hoy aquí.—Pronuncia Peter al verme en los vestidores.
Trago saliva y lo observo, entre sin permiso de nadie y no dude en hacerlo después de escuchar los rumores de las condiciones en las que se encontraba, incluso muchos apuestan que su nadador principal no llegara ni a los primeros tres puestos.
—Te dije que vendría.
Él sonríe y sus ojos me recorren el cuerpo hasta volver a mis ojos.
—Has subido de peso.
Alzo mis cejas.—Es lo mejor que espera una mujer que le digan.
Se acerca a mí.
—También estas hermosa.
Sus dedos rozan mis brazos y se acerca mucho más a mí.
—Bien dicen que el embarazo te hace ver hermosa.—Bromeo.
—Lo digo en serio.—Pronuncia y su mano va a mi rostro, sin embargo retrocedo.
Carraspeo.
—No..tienes que..—Lo detengo.—La competencia va a empezar...
Su mirada se cae.
—¿No vas darme la buena suerte?
Un beso...
—No, ya no es como antes.—Respondo.—Ya no somos novios.
Él no dice nada, la voz detrás de los megáfonos anunciando el inicio de la competencia, se escucha.
Me despido de él, salgo de los vestuarios y regreso a los asientos en las gradas junto a Cameron.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Durante toda la competencia, Cameron se mantuvo callado a mi lado, me hizo el favor de acompañarme, pero sabía que era realmente incómodo para él.
Peter no gano, pero no le dio la razón a los que se burlaban de él, quedo en tercer lugar y cuando la competencia acabo solo me despedí de el con un gesto.
—¿Quieres hacer algo antes de volver a casa?.—Le pregunto a Cameron cuando llegamos a la camioneta.
La mano de Cameron aprieta la mía y cuando tiro de él, me detiene atrayéndome hacia su pecho.
—¿Qué ocurre?
Sus ojos me examinan.
Parpadeo sin entenderlo.—¿Cameron?
—Roger me llamo hace un rato.
—¿Y...?
Baja la mirada a nuestras manos y entrelaza nuestros dedos.
—Quiere llevarme a pelear fuera de aquí.
Mi manos pierden fuerza sobre las suyas y si no me tuviera sostenida, lo hubiera soltado por la impresión, sin embargo no pude ni disimular el cambio en mi rostro.
—Hay una buena paga si gano y...—Baja su mano desocupada a mi vientre.—Podre tener los gastos necesarios para el parto.
Repentinamente mi lado débil aparece y tengo ganas de llorar.
—¿Cuando...?
—El viernes.
Mis labios se separan.—¿La próxima semana?
—No, este viernes, Parker, dentro de dos días.
Maldita sea..
Deja ir mi vientre para coger mi mano con ambas de las suyas.
—Sera solo un mes.. quizás dos.
—¿Dos?.—Pronuncio incrédula.
—Depende de cómo me vaya y ... posiblemente pasara muy rápido.
Esta vez si suelto su mano.
—¿Tú quieres....?.—Hago una pausa.—¿Quieres ir..?
—No se trata de eso, Parker.—Pronuncia y baja la mirada otra vez a mi vientre.—Tengo que ir, por ti y por el bebé..
¿Por qué es tan difícil entender que lo que necesito es su compañía? Ahora que tengo un dilema sobre mis sentimientos sobre el bebé, yo solo quiero tenerlo a mi lado para saber afrontar esto.
Si Cameron se va...¿Qué voy a hacer con esto yo sola?...
