Wolf-Love 3: Mi mate es una humana.

🐺Capítulo 5|Cama.

CAPÍTULO CINCO= CAMA.

Joaco:

Al volver a casa ya era demasiado tarde, pero mamá había dejado la cena lista para nosotros y solo tuve que calentarla, aunque una vez más Firu apartó la carne y se comió las verduras, luego y de la nada dijo provecho y apartó el plato como si estuviera llena y ya no quisiera comer más, no entendí su expresión, pero pude oír a su estómago gruñir y al ver la olla donde calenté la camida supe porqué ella dejó de comer.

Ya no había más verduras y todo lo que quedaba era carne.

A diferencia de ella yo había dejado mis verduras y me comí la carne, pensé en decirle que se acabara su plato, que podía oír a su estómago rugir, pero se me ocurrió que quizás le dolía la pancita y por eso se contenía de comer su estofado, así que pasé mis verduras a su plato y se lo ofrecí.

—No está envenenado— me apresuré a decirle, ella me había visto comer, no tenía razón para dudar de mí.

—Dije provecho— volvió a alejar el plato y suspiré.

—Ya confiará en nosotros — me prometió Trent y para alegrarme me mostró una imagen inventada por él donde Firu y yo nos inclinábamos y nos dábamos un besito.

Contuve la sonrisa y continué comiendo, quería ese besito más que nada y no era el único. Mis papás estaban felices por que al fín encontré a mi mate, mamá me aconsejó nuevamente que le de su tiempo a mi mate para que se acostumbre y papá dijo que debía protegerla con mi vida, lo cual me recordó a su historia.

Papá era el guardia de mamá, mamá en ese entonces aún no era alfa, era una princesa y ellos eran amigos, pero papá la protegía y finalmente se enamoraron, aunque mamá no sabía que papá era su mate, así como Firu no entiende que es la mía.

Mis hermanas...ellas son otro tema, para cuando llegamos, las dos estaban en la puerta esperándome. Layla se había encargado de contarle a Leyla sobre Firu y me hicieron prometer que mientras yo no les dijera nada a nuestros padres de lo que ellas hacen con sus muchísimos novios, nos dejarían en paz e incluso serían amigas de mi Firu.

Acepté, no porque me sintiera intimidado. Soy mayor que las gemelas,  pero Firu necesita amigas, lo que ellas no sabían era que solo yo gané en este acuerdo, pues nunca tuve pensado contarle nada a nuestros padres de lo que ellas hacen, soy su hermano mayor y si están bien entonces yo también lo estoy.

—Ya no tienes más— Firu señaló mi plato y al bajar la mirada noté que mi tenedor seguía pinchando, había estado tan metido en mis pensamientos que no noté que estaba pinchando el aire.

Mis mejillas ardieron, me avergonzaba ser torpe frente a ella, pero lo disimulé y dije "Provecho" como ella había dicho hace unos segundos, aunque no entendía su significado.

Recogí los platos, los lavé enseñándole que no soy solo una carita tierna, sino que seré el mejor mate pues también se lavar desde platos hasta ropa, incluso cocino y plancho y limpio la casa, pero luego tendré tiempo de enseñarle mis otras habilidades por ahora debo lucirme y dejar los platos más limpios que haya visto.

Cuando terminé y me giré descubrí que ella no me estaba viendo y que mis esfuerzos habían sido en vano, no obstante, no me deprimí, aunque había algo que debía hacer.

—Ya vuelvo— le informé para que no se sintiera mal por mi ausencia y me acerqué —Si te escapas te encontraré y si sales te emfermaras, no quiero eso, así que quédate aquí— besé su mejilla y me fui a la habitacion de mis padres siguiendo el pasillo a la única habitación de la planta baja de la casa.