Primer encuentro

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Nunca vas a escuchar a la señora Lucas hablar mal de su preciado hijo, aunque todos sabemos que es lo que hace, y cuando digo todos claro que incluyó a su madre, creo que muy en el fondo ella sabe mejor que nadie. Ignorar se le hace más fácil, hacerse con la idea de que su hijo es un santo le ayuda a poder verlo a los ojos. Si, seguro que ignorar es más fácil, supongo que eso hacen las madres, creen que sus hijos hacen todo bien. Para ella es más fácil ignorar todo lo que pasa a su alrededor, que darse a la idea de que su hijo estaba jugando con el diablo.

Al principio de todo él tenía buenas intenciones, así es como comienzan todos. Él simplemente quería salir de la pobreza que él y su familia se vieron inundados después que su padre los abandonara cuando solo tenía 13 años de edad. Él solo quería salir del abismo en el que se vieron cayendo sin previo aviso. Claro está que los métodos que utilizó no fueron de lo más convencionales y siempre terminaba perdiendo el dinero que conseguía gracias a los varios trabajos que tenía. Cuando cumplió 18 años terminó dejando la escuela para poder así concentrarse totalmente en poner comida en la diminuta mesa de su pequeña casa. El momento más oscuro que vivió en su corta vida fue cuando no encontraba ninguna clase de solución y para ahogar todas las penas que lo hundían comenzó a abusar del alcohol, no tardó en conocer el mundo de las drogas.

Hunter Lucas era el nombre del ser más hablado y temido de este año, Hunter entró a este mundo de pura casualidad. Nadie sabe cómo es que conoció a "el jefe" y salió con vida, sólo unos pocos tenían esa suerte, los demás... bueno las demás personas deseaban una muerte rápida.

Nadie sabe cómo pasó pero en poco tiempo Hunter ya era la mano derecha de "el jefe". Hunter comenzó como lo hicieron todos, vendiendo en las esquinas de la ciudad base del reino de "el jefe". Unos años después ya se encargaba de manejar todo el dinero así como las compras y ventas de productos. Hoy Hunter es prácticamente el dueño del pequeño pueblo de "Rosanna" que se encuentra a dos horas de la ciudad base.

Hoy es cuando lo voy a conocer, voy a conocer a la persona con quien voy a compartir mi vida. Cuando lo miro bajar del auto me doy cuenta que es todo lo que la gente dice. Es alto, tan alto que temo que siempre me va a ver hacia abajo, sus hombros son tan grandes que fácilmente pueden caber dos yo, sus ojos están llenos de historias que ni siquiera quiero escuchar. ¡Las piernas!, las piernas son en lo que me pierdo un poco, son tan largas y gruesas que ya me muero por verlas sin ninguna barrera, sacudo la cabeza cuando ese pensamiento sigue. Sus manos son grandes y sus dedos son largos, cosa que no me sorprende, digo él es quien con un golpe te puede matar. Dejo de admirar su cuerpo y veo su cara, no tiene ninguna clase de expresión, pero tampoco me sorprende, casi nadie en este trabajo tiene expresión en su rostro. Sus ojos son de un cafe tan oscuro que podría ser confundido con el negro. Cuando me doy cuenta que me está viendo verlo carraspeo un poco para ahuyentar la vergüenza que me llena. Puse mi más encantadora sonrisa y en cambio él me recibo soltando el humo de la última calada que le dio al cigarro que sostiene entre sus dedos. No me dice nada pero sigue caminando hasta entrar a la casa, con paso acelerado voy detrás él, espero a que todos estemos dentro para comenzar a dar indicaciones.

−−Hola, bienvenidos. — Pongo un cenicero frente a Hunter pero me ignora y sigue viendo a su alrededor— Mi nombre es Alejandra, pero pueden llamarme Ale...

—¿Cuándo llega "el jefe"?— Dice cortando mi oración con un tono tan frío como el hielo. Traté de contener mi frustración pero falló terriblemente cuando un suspiro sale de mí. Hunter me ve esperando mi respuesta, pero como él me ignoró yo también lo hago.

—No se molesten en bajar el equipaje— digo cuando veo a los hermanos de Hunter caminar hacia la salida— Pablo vendrá ayudar. Pablo es el capataz, todo lo que necesiten pueden pedírselo a él.— Veo como Lorenza entra al foyer y sonrió.— Llegaste justo a tiempo. — le digo y ella se pone a un lado de mí. — Ella es Lorenza, es la ama de llaves. Y la cocinera, igual si necesitan algo a ella se lo pueden pedir. Prácticamente es ella quien maneja la casa. — La madre de Hunter le sonríe a Lorenza y siento cómo se van hacer buenas amigas. No me detengo a presentarlos a todos porque en sus caras puedo ver como quieren que esto se acabe, y aparte Lorenza ya sabe quienes son.

La familiaWhere stories live. Discover now