La familia

La boda, pt. 1

Después de leer el contrato un par de veces, me di a la idea de que no tengo voz ni voto en esto. El contrato estipula que si alguna de las dos partes no cumple con el contrato se llevarán consecuencias muy extremas. Si yo lo incumplo me van a desterrar y quitar el apellido Dante y si Hunter lo incumple tiene que pagar con su vida. No mencionó esa parte del contrato solo porque Hunter no lo hace, nos quedamos hablando sobre unas cosas más en la oficina. Somos interrumpidos por el sonido de mi teléfono indicando que alguien me está marcando, es el sastre que nos iba a ayudar con el traje de mi futuro esposo para avisarme que tuvo una emergencia y no podrá venir, no le digo nada simplemente le cuelgo. Decidí que ya no quiero seguir hablando de la boda y esas cosas, así que salgo de la oficina para ir al foyer a esperar a Rosa y a Rosalie para ir de compras. Mientras espero aprovecho a marcarle a Natty, me contesta casi al instante.

—Ya sé, ya sé. te juro que papá no me dejó ni tiempo para respirar, tuvo reuniones prácticamente en todo el mundo. Es por eso que no te avise, te lo juro. — Ruedo los ojos, le creo pero aún así no me quita el enojo.

—Ya no importa, bueno no es como que podía decir algo al respecto. Pero para eso no te marcaba — en realidad sí pero mejor aprovechó el hecho de que se siente mal por no haberme dicho sobre la boda. — te quería preguntar en donde le puedo comprar un traje a Hunter. — El nombrado va pasando por donde estoy y se detiene al escuchar su nombre, en unos cuantos pasos está junto a mí.

— Ahorita estoy en Rein — Rein en la ciudad base, donde los Dante y los Valkov reinan.

— ¿Puedes buscarle algo por ahí? — Hunter me toca el hombro y me pregunta de qué estoy hablando, tapó el recibidor con una mano — Te estoy consiguiendo el traje, espérate.

—Claro, ¿quieres que te consiga algo para ti?

—No. Le diré a Hunter que te mande sus medidas. Nos vemos en la noche. — Mi despedida fue algo cortante porque con alguien me tengo que desquitar y quien mejor que una hermana. No espero a que Natty diga algo y le cuelgo.

—¿Qué fue todo eso?— me pregunta Hunter en cuanto mi teléfono está guardado en el bolsillo trasero de mi pantalón. No llevo bolsa, como vamos de compras quiero que mis manos estén libres, solo llevo mi teléfono, mi ID y una tarjeta de crédito.

— Ya te dije, Natty nos va a ayudar a conseguir el traje para la noche. Lo único que tienes que hacer es enviarle tus medidas, puede ser por mensaje. Deja te paso su número. — Estiro mi mano para que me de su teléfono, cuando me lo da hago nota mental de comprarle uno más nuevo — Te voy a guardar el mío de una vez. — Lo hago antes de entregarle de regreso su teléfono.

—Ok, entonces solo le mandó por mensaje mi talla. — Asiento. Se ríe cuando se da cuenta de con qué nombre guarde mi número. — Esposa y ¿cuántos son esos? ¿siete corazones?

— Para que no sé te olvide. Con algo se empieza. — Digo en voz baja. Sacó una vez mi teléfono de mi bolsillo y tiendo mi brazo hacia el. — Toma, agrega tú número. — Le tengo que explicar como hacer eso, entonces si le compro uno como el mío tendré que enseñarle cómo usarlo. Se registra como Hunter y le agrega tres corazones. — Genial, ¿qué vas hacer ahorita? — Digo cuando me doy cuenta de que cambió su vestimenta. Ahora lleva todo negro, pantalón tipo cargo negro que, debo admitir, no le hacen justicia a esas hermosas piernas. Lleva una camiseta negra de manga larga y unas botas de combate negras. El uniforme de los hombres, y mujeres, que trabajan junto con "el jefe". Mañana Hunter tendrá que agregar a su uniforme una máscara negra que solo cubrirá la parte de abajo de su cara, lo cual indica que es parte de la familia Dante. "El jefe" es el único que la lleva de diferente color, rojo.

—Tu padre me acaba de decir que vaya al almacén uno...

—¿Qué? Pero sí es el día de la boda...