Años antes
𝐕𝐚𝐥𝐞𝐧𝐭𝐢́𝐧
Veía como lloraba y miraba las fotos que tenia con Franco, yo mientras tanto tenia una bolsa de hielo puesta en mi pómulo.
- ¿puedo ver la foto? - asintió y me pasó su celular
Los dos besándose en la playa con un lindo amanecer de colores pasteles de fondo.
Que cursi.
Apagué su celular e hice que se siente que mi lado, seco sus lágrimas y se acostó en mi pecho.
- no tenías que pegarle
- Se merecía más piñas la verdad, no te puede hacer mal - hice una pausa - Olivia...se que te trate muy para el orto desde el principio, perdóname
- te perdono valen ya te lo dije - sonrió - yo se que no sos tan malo como pareces, sos un pan dulce por dentro
Reí y dejé un beso en su cabeza, se acurrucó mucho más y me abrazó fuerte, yo también a ella.
(...)
- creo que hay que sacar el arito - mi mamá me miraba fijamente
- NO EL ARO NO - con Olivia gritamos al mismo tiempo, la miré y ella estaba roja sonriendo
- entonces nose, hay que desinfectar con el aro puesto...va a doler el doble - hizo una cara rara y tomó un algodón - perdón hijo pero voy a disfrutar esto
Olivia puso a grabar y mi mamá pasó el algodón por la herida que tenia en el aro, dudo que los vecinos no hayan escuchado mi grito.
- oli, seguí vos yo tengo que ir a trabajar - mi mamá se despidió de los dos y salió corriendo de casa
Olivia me miraba maliciosa y con una sonrisa pícara, tomó el frasco de alcohol y se acercó a mí lentamente.
- solo grita cuando duela - asentí
Lanzó un chorro de alcohol en mi ceja y grité como las mujeres que dan a luz. Lo peor de todo es que grite en su cara y quien sabe si la llene de salida
- tengo tu saliva hasta en la nariz - hizo cara de asco y se secó con una servilleta - te voy a poner esto - sacó del botiquín una curita
Veía cada uno de sus movimientos, estaba parado frente a ella demasiado cerca, no podía resistirme, era hermosa.
Tomé de su cintura lentamente y me acerqué mucho más, sonrió y puso la curita en mi ceja.
Rápidamente sin dejarla reaccionar le robé un beso, sonrió y acarició mi mejilla. La acerqué aún un poco más y escondí mi cabeza en su cuello.
Me abrazó fuerte mientras acariciaba mi pelo, dejé un beso en su cuello y sentí como su piel se erizaba.
Se separó de mí y dejó un beso en mi mejilla enloqueciendo todas mis emociones y sentimientos.
Nunca me había sentido tan así con nadie, esta chica me podía tanto que quería pasar todo el tiempo con ella.
- ¿dormimos siesta? - preguntó haciendo puchero y como embobado asentí - tengo galletitas para merendar
- no quiero merendar - me acosté en mi cama acurrucandome con una almohada - vení a dormir conmigo
Sentí como se tiró encima mío y comenzaba a hacerme cosquillas.
- yo era la que estaba depresiva no vos - siguió haciéndome cosquillas mientras yo no podía responder por las risas
De un momento a otro tomé sus manos y la levanté dejándola debajo mío.
- ¿te puedo quitar esa tristeza? - pase mi lengua por mis labios
- como quieras - susurró sonriente