PROMESA

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El entrenamiento en el castillo estaba siendo más duro aquella mañana

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El entrenamiento en el castillo estaba siendo más duro aquella mañana. Taehyung había enfermado, por lo que uno de los guardias del Palacio era quien estaba al frente ese día, solo que él no era tan amable como el príncipe.

—¡Más rápido! ¡Se necesita más fuerza para vencer a los enemigos!— gritaba mientras caminaba de un lado a otro sin descanso.

El sonido de las espadas llevaba horas escuchandose chocar, el sudor recorría la frente de los aprendices y el cansancio ya podía sentirse en sus cuerpos, pero no se detenían, no podían detenerse, y a pesar de la dureza del entrenamiento, de vez en cuando Jungkook miraba a su derecha, esperando que el príncipe apareciera con esa sonrisa que lo caracterizaba. Estaba preocupado por él, ya que en realidad no sabía qué tenía y tampoco sabía si era grave. Durante varias horas en lo único que pensaba, era en ir a verlo al término del entrenamiento, cosa que no dudó ni un segundo en hacer cuando finalmente vió la oportunidad. Tomó sus cosas y salió corriendo en cuanto el guerrero al mando dijo "pueden retirarse".

Entre los pasillos del precioso palacio, Jungkook preguntaba en dónde se encontraba la habitación del príncipe Taehyung, ya que no tenía ni la menor idea de dónde encontrarlo. Al principio, algunos de los trabajadores se negaron a decirle, pues de por sí ya era extraño que anduviera caminando por ahí, pues los aprendices no recorrían el castillo, se limitaban únicamente al jardín trasero para entrenar.

—Niño, ¿Qué haces aquí?— preguntó una mujer algo robusta de cabello negro, al parecer era la cocinera.

—Hmm, bueno, es que... Me preocupa el estado del príncipe Taehyung, así que deseaba verlo y saber si ya se siente mejor— respondió un poco nervioso de ser echado sin antes cumplir con su cometido.

La mujer, de expresión sería y dura, lo quedó mirando unos segundos, pero al final no pudo enojarse, por el contrario, le pareció un gesto muy lindo que uno de los aprendices se preocupara por el estado de salud del príncipe, en realidad, el único que se había parado por ahí para preguntar.

—Está bien, te llevaré con él— y finalmente la mujer se ofreció en llevarlo, cosa que el peli negro agradeció infinitamente, pues el palacio era muy grande y prácticamente era un laberinto si no lo conocían, especialmente porque todas las paredes eran blancas, las puertas plateadas y enormes, las ventanas estaban ubicadas en la misma posición y distancia una de otra, y los adornos de cristal eran idénticos en cada parte del techo. Además, los pasillos se conectaban unos con otros, por lo que para alguien nuevo, era muy sencillo perderse.

Y mientras Jungkook era guiado por la cocinera, el príncipe Taehyung se encontraba recostado sobre su cama, pues su estado, si bien no era grave, podía empeorar si no se cuidaba. A decir verdad solo se sentía un poco débil, además tenía la temperatura más alta de lo debido. Se sentía agotado a pesar de que no se había levantado, quizá por la soledad, quizá por el calor, pero la estancia en la habitación era bastante aburrida, hasta que de pronto alguien entró.

CORAZÓN DE HIELO || Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora