Bebé quiere leche, bebé obtiene leche . 𝒀𝒐𝒐𝒏𝒎𝒊𝒏 .

cap 44

El avión había aterrizado hacia maso menos como una hora, una familia bajo del mismo directo a buscar sus maletas las cuales seria llevadas por el fuerte alfa mientras que el omega llevaba en brazos a su bebito bien dormidito, al salir del aeropuerto llamaron un taxi para que les llevase a su hotel el cuales eran mas que todo conformado de montones de rusticas cabañas con vista al mar, si ese era su plan improvisado de una luna de miel; ahora como una familia siendo padres de un hermoso niño no se hubieran sentido seguros estando lejos de su pequeño no tenían corazón para irsen a disfrutar de lo lindo cuando su principito estaba kilómetros lejos de ellos, es por ello que lo incluyeron en sus planes.

Al llegar a su cabaña un joven les entrego sus llaves pues este ya les esperaba, jimin busco el cuartito preparado para su angelito y lo dejo dentro de la cuna no sin antes darle un besito en la frente para luego salir en busca de su esposo, camino por todo el lugar admirando cada detalle en las maderas rusticas teñidas con barniz hasta que dio con una puerta corrediza bastante llamativa, sus manitas picaban un tanto ansioso y nervioso podía sentir al alfa del otro lado, sin mas abrió la puerta mirando aquella cosa tan hipnotizante y erótica algo que jamas había visto estaba claro que quedo encantado con aquella decoración pero aun mas por verle en el campo de visión.

Era una habitación, su habitación para ser precisos, era enorme, la cama matrimonial estaba ubicada al centro adornada con pétalos de rosas, las sabanas blancas, las paredes de un color marrón oscuro brillante, a los costados cerca de la pared pequeños surcos formando riachuelos, el agua cristalina pasaba por allí llevando consigo varios pecesitos de colores y es que sí! dentro de su alcoba había una pescera que recorría los costados del lugar, el sonido de aquel agua era glorioso a sus lobos les encantaba pero lo que mas llamo la atención fue ver miles de velitas flotantes yendo y viniendo por el cuarto. El omega aturdido por aquella imagen frente a sus ojos dio pequeños pasitos hacia el frente notando que su alfa ya no estaba por allí ahora en su lugar una caja se posaba en el centro de la cama.

Tomo entre sus manos la caja de cartón un tanto mediada pero al abrirla estaba vacía a lo cual no supo descifrar de que se trataba no hasta que unos fuertes brazos los envolvieron y atrajeron hasta ese fuerte pecho que ahora chocaba contra su espalda.

Vez que esta vacía - Hablo el alfa seductoramente con su voz grave - Es porque a si te quiero bebé, te quiero sin nada sobre la cama mi omega, quiero hacerte amor, muero por tenerte desnudo contra mi deseando por mas cada vez que te beso, que te acaricio, cada vez que te susurro al oído cuanto te amo mi luz, eso eres la luz que me guía hacia un mundo mejor.