(Narra Caleb)
Aquel día había sido agotador para todos. Hubo tanto revuelo que Travis canceló el entrenamiento, y excepto Claire, que debía reposar por el balazo, todos debíamos entrenar mañana.
Notaba a Claire más decaída de lo normal. Voy a matar a Foster, ¿quién coño se cree?
Aquella noche Claire nos pidió a los tres, y a Austin quedarnos a dormir en su casa. Yo tenía que volver al orfanato, pero llamé a Seymour Hillman, y le pedí que me cubriera la espalda allí.
Tal vez sea al único hombre que ame en este momento, ya que aceptó, tan solo una vez.
.........................
- Mañana no hay clase - informó Helen, mientras observaba la pantalla de su móvil, con la espalda apoyada en el torso de Austin.
- Perfecto - musitó Claire - lo siento, mi madre lleva todo el día sin contestar a mis llamadas - se levantó, y salió de la habitación.
(Narra Claire)
Salí de la habitación e inmediatamente, como por arte de magia, mi teléfono sonó. Un número inglés desconocido.
Lo cogí.
- ¿Claire Trevor? - preguntó un hombre.
- ¿Quién es?
- Soy Daniel Wilson, inspector de homicidios de la policía de Londres.
- ¿Por qué me llama? - mi pulso se había acelerado. No quería seguir oyendo, quería colgar.
- Siento haber tardado horas en llamar, siendo una llamada internacional debíamos esperar un poco, temas burocráticos - introdujo él - siento tener que decírselo yo, pero... ¿Es usted hija de Louisa Trevor, cierto?
- Sí... Y hermana mayor de su hijo.
- Jules, Jules Trevor - completó él, bastante incómodo - han sido hallados esta tarde muertos, lo siento.
Mi corazón se paró. Abrí los ojos como platos. Sentía el aire abandonar mis pulmones, comencé a hiperventilar en busca de aire.
- ¿Claire, Claire, estás bien?
- ¡¿Cómo voy a estar bien?! - chillé.
- Necesito que te calmes, tengo que preguntarte...
- Fue Jace - corté yo.
- ¿Jace? ¿Su hermano?
- Sí.
- ¿Cómo lo sabe?
- ¡Solo pudo ser él! Si él no apretó el gatillo ha pagado para que lo hicieran por él, ¡joder!
Comencé a llorar. Mi madre... Mamá... Mi madre... Muerta...
- Aparte de su hermano, ¿cree que alguien más pudo haberla querido matar?
- Llevo desde que soy muy pequeña viviendo en Japón - escupí - casi no veía a mi madre, de hecho, soy futbolista en la Selección Japonesa, imbécil.
- No me insulte señorita Trevor.
- Hasta otra inspector.
Colgué furiosa, pero me sequé las lágrimas. Estaba harta de llorar. Ya había llorado suficiente. Todo esto solo era un cúmulo de infortunios que pronto terminarían, estaba segura.
(Narra Caleb)
Volvió a la habitación. Había llorado un poco, se le notaba, pero no comenté nada.
- ¿El partido contra los Dragones de Fuego es pasado mañana, no? - intervino ella - tendremos que entrenar, no pienso perder contra Bryce, lo siento Claude.
- A mí el torneo ya me da igual - suspiró Claude - Austin, ¿tú eres bueno?
- Sí que lo es - sonrió Claire.
- Me alegra saber que tendré rivales dignos - rio él.
- Yo mañana tenía otros planes para la mañana... Mi vecina Rachel y yo cuidamos el restaurante de mi familia a veces, mi madre está algo mayor, y pretendía cubrir a mi vecina por la mañana.
- Bueno, pues podríamos ayudarte - propuso Helen.
- ¿Qué? - hablamos los demás a la vez.
- Sí - Helen nos asesinó con la mirada.
- De acuerdo - bufó Claire resignada.
- Muchas gracias - sonrió Austin.
- Si mañana tenemos que madrugar habrá que trabajar hay que dormir ya - comentó el pelirrojo.
(Narra Claire)
Asentí. Saqué unas mantas del armario, y dormimos todos en mi habitación. Les cedí mi cama a Helen y a Austin, con la condición de solo dormir.
Nosotros tres nos acomodamos en el suelo para dormir.
...................
- Claire, tú y yo tenemos que hablar - oí la voz de Claude en mi oído.
- ¿De qué?
- Del torneo.
- Vamos a dar una vuelta y me lo explicas. No quiero que se despierten.
Asintió. Me puse un gorro negro y una sudadera gris bastante grande, y salimos de casa, yo con la pistola de verdad.
Tenía miedo, mucho miedo. Cogí las llaves, y empezamos a caminar. Comencé la conversación:
- ¿Qué querías decirme?
- ¿Recuerdas a Edgar? ¿Edgar Partinus? - esa pregunta me pilló por sorpresa, y me hizo fruncir el ceño.
- ¿Qué Edgar? - escupí con desprecio.
- Edgar está en el torneo. Es el capitán de la selección de Inglaterra.
Me quedé helada, y no precisamente por el frío. Edgar me había roto el corazón, no quería verle, y menos jugar contra él.
- ¿Por qué me lo cuentas? Sabes lo que me hizo... Y tengo muchos problemas encima... Me cago en la puta Claude, no quería saberlo.
- Claire, tenías que saberlo, ¿y si juegas contra él? Te llevarías una sorpresa aún más desagradable. Y si...
- Idiota, Edgar me rompió el corazón a mí, no a ti, tranquilo - sonreí.
"Estábamos jugando en el parque, Edgar y yo. Siempre me pareció muy guapo, lo era, esos ojos azules que tanto me gustaban, y el pelo también azul y largo, que algunas personas confundían con las melenas de una niña, excepto yo. Nos divertíamos en los columpios, hasta que recordé que tenía que decirle algo muy importante.
- Edgar, me voy a ir a Japón con papá, porque mamá tiene trabajo aquí, y no puede cuidarme aquí. Pero te prometo que volveré, te lo prometo, somos amigos, no puedo dejarte aquí.
- Yo te esperaré hasta que vuelvas, eres mi amiga, y no puedo dejarte ir - me sonrió él.
Había dicho que me esperaría, me hice ilusiones, ese fue mi error. Me fui a Japón, y pasaron dos años, y allí seguía yo. Todos los días hablábamos por el Skype de nuestros padres, hasta que un día le dije:
- Edgar, me voy a quedar en Japón, lo siento...
- ¡¿Qué?! No puedes quedarte, me prometiste volver. Nos hicimos una promesa.
- Lo sé, pero no es algo que yo pueda decidir...
- ¡Te odio! ¡Mentirosa! ¡No quiero volver a hablarte! ¡No quiero verte! ¡Te detesto!
Me dijo exactamente esas palabras, y en ese orden, nunca pude olvidarlas. Fueron las palabras que me rompieron el corazón, y que me persiguieron siempre. Apagué el ordenador, y me puse a llorar. Entonces papá me preguntó si quería volver a Inglaterra, y me negué, para qué, si me odiaba... ¿Para qué? ¿Para vernos por la calle y en el colegio, y no dirigirnos la palabra?
Ya era tarde".

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Mis dos idiotas compañeros © 2015-2016 | Inazuma Eleven
FanfictionMe llamo Claire Trevor, y la verdad es que siempre he tenido a mi lado a Caleb y a Claude, mis dos idiotas, han sido un gran apoyo y han contribuido a mi fama en el mundo del fútbol desde siempre. Me conocen de sobra y saben cómo soy, lo que me gus...