Malditos Lunes #3

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Aun sigo sin entender porque las personas odian tanto los lunes. Quiero decir, los lunes son de lo peor pero eso simplemente es porque necesitas levantarte temprano y asistir ya sea a tu trabajo o en mi caso a la escuela pero sigue siendo un dia como los demás.
Por decir el dia de hoy durante la mañana me levanté algo tarde, no como normalmente que son 10 minutos tarde si no que casi parecía que no iba a ir a clases de lo tarde. Me levanté y decidí servirme unos cereales para desayunar. ¿Que podría salir mal? Era tarde y había terminado de vestirme ya estaba a punto de salir, solo necesitaba terminar mis cereales y como mis padres habían ido a trabajar temprano me tocaba ir a mi escuela y definitivamente no pensaba irme de nuevo en la bicicleta de mi hermano asi que comenze a apurarme para poder alcanzar el autobús escolar pero de pronto. ¡PUM! Como si se tratase de un montaje a cámara lenta el cereal cayó sobre mi manchando mi camisa y pantalón. Alguien normal habría ido a por otra camisa y pantalón para cambiarse pero como soy un necio no obedecí a mi madre cuando me ordenó lavar mi ropa asi que no tenía nada limpio. ¿Camisa manchada o camisa con olor a muerto de hace décadas? Supongo que la respuesta es obvia. Claramente llevarte la camisa que huele mal es la mejor opción, quiero decir, no querrás ir manchado como si fueras pobre a la escuela, ¿cierto?

Al tratar de tomar el autobús este se estaba marchando justo cuando me encontraba del otro lado de la calle y como si la vida me odiara decidió ponerse el semáforo en rojo justo cuando iba a cruzar así que terminé perdiendo el autobús de la escuela. Lo único que salvó la situación es que el autobús público pasaba por aquí en 3 minutos asi que solo necesite esperar a que este llegara. Al llegar me subí dentro y como si no fuera suficiente no traía nada de cambio.
Chico, ¿tienes el dinero para el pase? Preguntó el chofer del autobús con su cara de pocos amigos.
Lo siento, creo que deje mi cambio en casa. Respondí, ¿que más podía hacer?

Nos quedamos ambos viéndonos durante un buen rato como en las películas del viejo oeste hasta que una chica llegó como un ángel a donde estaba. Su pelo era largo y de color cafe, bien cuidado y lacio.
Con esto puede cobrar mi pase y el de el. Dijo la chica, su voz era hermosa, suave y dulce.
El chofer solo soltó una risa en forma de burla pero trate de no hacerle caso. La chica solo paso y se sentó en uno de los asientos de la parte alta del autobús. ¡PERO!, lo interesante aquí es que se sentó de parte de la ventana y todos sabemos que si alguien hace eso es porque quiere que uno se siente a un lado, ¿no?
Gracias por lo del pase. Digo tratando de romper el hielo.
No hay de que. Respondió la chica, su sonrisa era también perfecta. Ojos color café claro y pestañas enormes y naturales.
Me siento a un lado de ella tratando de continuar nuestra rara conversación cuando de pronto un olor turbio entró en mis fosas nasales como el golpe de un boxeador profesional a su víctima.
¡Mierda! Había olvidado que llevaba puesta la camisa con olor a retrete sucio, así como huelen los baños de la escuela, exactamente asi olia.
Creo que a alguien se le olvido bañarse hoy. Menciona la chica entre risas.

Más pena que eso no pude pasar. Probablemente mi cara se había puesto bastante roja porque la chica solo dejo de reír y abrió la ventana.
Mi nombre es Rosita. Continua la chica cambiando el tema.
Lo siento, es que no lave mi ropa ayer y...
No pasa nada, suele pasar. Me interrumpió pero su sonrisa hacía que no me importara.
Después de eso continuamos hablando un rato, la verdad no se si fue por la situación o porque ya me había acostumbrado al olor pero el olor había desaparecido. Al bajar del autobús ambos nos despedimos pensando que nos íbamos a separar en el camino pero resultó que ambos íbamos a la misma escuela. Aquí hay dos cosas, la buena y mala sobre esto. La buena es que podré seguir hablando con ella e incluso llegar a ser buenos amigos o más. La mala es que nuestra primera charla no fue de la mejor, ella pagó por mi pase de autobús y estuvo oliendo mi camisa durante todo el camino a la escuela así que o me dejaria de hablar o de ahora en adelante sería el chico apestoso para ella. Lo sé, ¡malditos lunes!
Creo que ahora entiendo bastante el porqué la gente odia tanto los lunes, es como si los planetas se alinearan para joderte con todo lo que pueden durante un dia entero, pero las cosas no son tan malas, conocí a una chica hermosa y estaba el entrenador de fútbol americano y como antes solía ser jugador de su equipo pues tenemos una buena amistad así que le pedí prestado una camisa del equipo.

Durante el almuerzo mis amigos no estaban, unos no habían venido a la escuela y otros estaban arreglando sus grados asi que me encontraba solo en la cafetería. Estar solo no es algo que me guste hacerlo, quiero decir, si puedo estar solo pero cuando estoy en la escuela estar solo me da ansiedad, es como ansiedad a estar solo, creo que hay hasta una definición bien hecha en wikipedia y todo.
Supongo que parecía un un perrito abandonado en la calle pues aquella chica que conocí había llegado conmigo con esa sonrisa, una sonrisa perfecta y unos ojos cafes.
¿No lavar tu ropa te dejo sin amigos? Rosita golpeó mi hombro en forma de burla.
Supongo que eres la única que no le importo el aroma. Respondo entre risas. Ambos reímos.
Veo que estás en el equipo de fútbol, ¿jugará hoy? Rosita se miraba emocionada.

¡Mierda! ¿y ahora que hacía? No podía simplemente decirle que no, ¿que si ahora decide no hablarme? Pero si le decía que si jugaría quizás va a querer ir. ¡¿Ahora que hago?!
Si, hoy jugare con el equipo. Respondí sin pensar.
Perfecto, estaré en las gradas apoyandote, camisa sucia. Rosita se rió mientras se despedía de mi.

¿Que hago ahora? Estoy jodido.

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⏰ Last updated: Sep 20, 2019 ⏰

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¿Quien soy? - La extraña vida de un chico comúnWhere stories live. Discover now