La soprendente posesión del miedo

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  De repente una batalla se avecinaba, Orfeo de Lyra, contra el espectro Pharaoh de Esfinge. El primero ejecutó una nota músical que logró que la armadura de Athena cayera de los dedos de Pharaoh.

— La tengo. — pronunciaste antes de que la armadura cayera completamente al suelo.

— Que buenos reflejos (T/N). — admitió Seiya con una sonrisa.

  Los dos hombres luchaban con el sonido de sus arpas, sabias que si uno dejaba de tocar, la otra persona saldría ganadora. En este caso Pharaoh había roto una cuerda del arpa de Orfeo, lo que provocó que este cayera al suelo con su arma.

— Orfeo. — pronunciaron los caballeros de Athena tras observar al hombre de rodillas.

  De pronto nuevamente la melodía de Pharaoh se había hecho presente en el lugar, como era de esperarse todos los presentes éramos prisioneros de su música, incluyendo a la amada de Orfeo, Eurídice.

  Pharaoh se había acercado en la dirección en donde se encontraban ustedes, dispuesto a acabar con cada uno, empezando con Orfeo. Pharaoh había dejado en claro que su odio por Orfeo, debido que le había quitado el lugar que el mismo mantuvo por quedarse.

  Cuando todos creían que finalmente Pharaoh ganaría, Orfeo se había levantado del suelo enviando a Pharaoh en una ilusión que termino por dejar a Pharaoh estático en su lugar, deteniendo aquel sonido de la arpa de Pharaoh.

  Después de una larga disputa con Orfeo, este decidió que lo mejor para Eurídice era que ella permaneciera muerta, porque solamente la vida se vive una vez. Orfeo poco después atacó a Pharaoh sujetando con su boca la cuerda que se rompió, logrando derrotar al espectro, en un instante, cosa que sorprendió a los demás caballeros.

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— Bien, ustedes tres, vámonos ya. — pronunció el caballero de Lyra, observandolos de reojo.

— ¿Nos vamos a la tercera prisión?. — te dignaste a preguntar.

— No, me refiero a la octava prisión.— explicó el. Caballero de plata. — Guidecca la cuarta esfera, es allí en donde se encuentra Hades. — resumió el mayor. — al estar bajo sus órdenes, me gane su confianza. Por eso conozco un camino secreto para llegar a el. Hades es muy cuidadoso, nunca se le ve, incluso ante los tres jueces se les aparece rara vez. — agregó lo que les causó cierta confusión. — sin embargo tocó mi Lyra todos los dias trece, y hoy es precisamente ese día.

— Entonces...

— Así es, esta es nuestra única oportunidad para derrotar a Hades de una vez por todas. — pronunció Orfeo rápidamente ante lo que mencionó Seiya.

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— ¡Puño meteoro!. — mandaste un ataque directo hacia uno de los jueces.

  Al instante habías salido del escondite en donde ustedes tres se mantenían. Según tus pensamiento aquel estrecho lugar era sumamente incómodo, ya que tu eras la única mujer, y a decir verdad era un cofre lleno de demasiadas flores.

  Después de lanzar aquel ataque el espectro retrocesión debido a la sorpresa del ataque, logrando así que este perdiera su casco.

— Hazlo ahora Orfeo. — aconsejó Seiya refiriéndose a atacar a Hades, luego de que todos ustedes se colocarán en posición de batalla.

  Orfeo se dirigió rápidamente hacia en donde se suponía que se encontraba el temible Dios del inframundo, solo le faltaba un poco para acercarse este, pero de repente este detuvo sus pasos con un semblante de sorpresa.

GUERRERA ━━ los caballeros del zodíacoWhere stories live. Discover now