Capítulo 6: Su nombre, no concordaba con su actitud.

3.7K 751 88
                                    

—Tenemos que hablar. —fue lo que escuchó decir al castaño de nombre HoSeok.

—No recuerdo haberte hecho algo para que vengas a mi casa, un fin de semana, a las siete de la mañana para que me digas el típico, “tenemos que hablar” —comento con sarcasmo mientras que recostaba su cuerpo sobre el respaldo de la puerta.

—No estoy bromeando, tenemos que hablar, esto es muy importante YoonGi.

—No tengo tiempo, será después. —hizo el ademán de cerrar, pero HoSeok se interpuso.

—Se lo que te está ocurriendo. —menciono molestó— Se que algo te está matando mientras duermes, lo sé YoonGi.

—No se de qué carajos estás hablando HoSeok, ya te dije que no creo en nada de esa basura. —la paciencia se le agotaba, y mucho.— Por favor vete, no quiero decir algo que arruine nuestra amistad.

—¡YoonGi! —grito cuando el pelinegro empezó a cerrar la puerta— ¡Mierda YoonGi, al menos escuchame, no dejes que te diga su nombre!. —pero el pelinegro lo ignoro, suficiente tenía con sus problemas de sueño, con esa mierda de tortura que tenia desde hace mes y medio. Solo eran pesadillas. Si, claro, pesadillas.

[•••]

El pelinegro no comprendía nada, absolutamente nada de lo que ocurría.
¿Donde estaban las pesadillas que lo torturaban? Se preguntaba, y sobre todo, ¿Por qué estaba sentado el, en una mesa donde había un gran banquete de comida? Paso saliva pesadamente al notar que una puerta se abrió de aquel extraño comedor, y como siempre retuvo el aliento al ver a aquel sujetó de cabellos blancos cenizos entrar, con ese mismo traje azul elegante que usaba.

El desgraciado le sonrió con coquetería mientras se sentaba a su lado y ponía su mejor sonrisa.— Hola de nuevo, mi hermoso chico. —dijo en tono de burla, YoonGi se encogió en su asiento, odiando en secreto el apodo, aquel mismo que su amado JungKook le decía en vida.— ¿Por qué esa cara de espanto, parece que viste un demonio?. —pero lo estaba viendo— ¿Por qué nunca me contestas?. —simulo estar decepcionado, llevándose una pequeña uva a la boca, el jugo de la fruta resbaló por sus labios, haciendo un camino por toda su mandíbula hasta llegar a su clavícula y por último su pecho, YoonGi no pudo evitar ver la piel tan pecaminosa de su torturador.— Es cierto, no puedes hablar, es una regla, hasta que tú aceptes podrás usar tu voz en este mundo, mi mundo. —enfatizo con carisma.

YoonGi no entendía, pero aún así temia.

En fin, ya que estamos a punto de terminar con esto, estoy obligado a decirte mi nombre. —el tono con que lo dijo, parecía ser de molestía, incluso hizo una mueca mientras evadia la mirada de YoonGi.— ¿Quieres saberlo?. —pregunto. El pelinegro trago saliva, aún cuando su subconsciente le decía que era una mala idea, el inocentemente asintió en afirmación.

Grave error, fue un grave error decirle que si.

El sujeto de cabello cenizos sonrió, tan malvadamente, era una expresión de triunfo la que mostró.— Mi nombre es JiMin... —YoonGi se estremeció, hubo algo que le causo intriga, tanta intriga, porque, su nombre, no concordaba con su actitud.

Ese nombre parecía ser para una persona sumamente dulce, risueña y con un alma libre y bondadosa, no con la de un ser repudiable que disfrutaba con ver sufrír a las personas en sus sueños.

Espero que no se te olvidé... —susurro muy bajo, mientras levanto su mano y chasqueo sus dedos.— porque cuando estés en mi lugar... desearás nunca haberlo escuchado. —YoonGi logro escuchar lo último.

Estaba jodido, esto era real.

/

/

/

/

/

/

/

/

/
.................................(1)....

El Demonio de los Sueños © |YoonMin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora