Peligro

202 8 0
                                    

-¡Mía, levántate! Tienes 10 minutos para bajar y estar en la sala- gritó mi papá del otro lado de la puerta mientras yo me escondo bajo las sábanas pero mejor salgo antes de que derrumbe mi puerta.

-¿Mande?- haciendo la pregunta más tonta que se me pude ocurrir.
Aplausos Augusta, aplausos

-¿Quién era?- dijo mi papá celoso

-No lo sé- y por primera vez estoy diciendo la verdad, no lo sabía

-Mia, no juegues con eso- repitió mi papá

-No se es la verdad, yo también me muero por saber quién es y no lo he conseguido- le dije enfadada de que no me creyera.

-¿A qué te refieres con eso?- eso es lo malo de que me enfaden, demasiada información.

-Es como un tipo admirador secreto que tengo desde hace 2 meses y no consigo saber su misteriosa identidad y se aparece cuando menos me lo espero y sabe todo de mi-

-Si esto continúa te juro que te pongo guardaespaldas-

-¡No papi todo lo que tú quieras pero eso no!- le suplique tirandome al suelo

-¡Mia, levántate del suelo y ve a cambiarte que no tarda en llegar toda la familia!- me dijo

-Esta bien pero dame primero un abrazo- me lo dió y subí a cambiarme.

Y en eso me llega una llamada de Alex diciéndome que hoy había carrera pero que iba a ser temprano así que a idear el plan para escaparnos de mi propia fiesta, espero no se den cuenta de mi ausencia.

***
-Entonces te sales por la puerta de atrás y te espero afuera con el auto encendido- dijo Alex

-¿En qué auto?- le pregunté

-Ferrari mi amor- me dijo sonriente

-Tu manejas mi amor- le dije imitandolo y rodando los ojos, yo quería manejar pero ese auto no.

Se acabó la música y empezamos, Alex salió de la casa, espere unos 15 minutos, subí a mi cuarto con la excusa de que me sentía un poco mal, espere otro rato y con extremo sigilo me dirigí a la puerta encontrándome un hermoso muchacho y el inmaduro de Alex dentro de el.

-¿Por qué va hacer en el día?- le pregunté nerviosa

-Por el simple hecho de que va hacer en la casa de Keith, bueno mansión- dijo haciéndome abrir los ojos como platos

-¡Bájame!¡Bájame!- dije tratando de abrir la puerta pero no pude porque alguien le puso el seguro
-Eres un idiota, no piensas en lo que nos puede pasar, ME PUEDE PASAR- dije histérica -me van a matar si me encuentran, no peor me van a casar con Keith- grité a punto de llorar

Diosito, iluminame o eliminame

- Mia cállate, no te va a pasar nada- dijo y solo me limité a ignorarlo

-No quiero que me hables en toda tu vida-

-Mia...-

-No me hables porque no respondo- lo interrumpí lo que le seguía de enijada. No piensa definitivamente yo quiero saber si tiene cerebro esta especie de humano, me está cavando mi propia tumba denme por muerta.

El Ferrari hace que todo mi enojo vaya disminuyendo mientras más rápido va.
No me acordaba ni la mitad de lo grandiosa que es la pista de Keith, es preciosa, y tampoco me acordaba que a pesar de todo Keith si me hizo muchos días felices, siempre me compraba todo lo ir quería y siempre hacíamos lo que quería, me chipiloneaba demasiado ese niño pero lo bueno casi nunca dura y todo eso terminó, fue en un pasado.

Iba a 400 km/h y pude ver que Alex estaba bajando la velocidad por un maldita curva

-¡Vuelve acelerar el maldito auto o voy a patear tu maldito trasero fuera del auto y dejarte aquí solo con estos caníbales- le dije con mi voz autoritaria que me salía cuando estaba enojada e irritada.

Alex subió hasta la máxima velocidad, haciéndome un desastre en el cabello pero las hermosas mariposas de la velocidad en mi estómago se hicieron presentes, la adrenalina que corre en mis venas salió a la luz y no pude evitar sonreír y gritar de la alegría

-Alex ahí viene Keith y al parecer no está dispuesto a rendirse- le dije mirando por el espejo

-Vine aquí para ganar, si o si- dijo metiendo turbo

Lo dejamos atrás pero no tardó mucho en alcanzarnos, es el maestro aunque lo quiera negar aunque siempre se termina superando al maestro así que soy muy capaz de ganarle al igual que Alex.

-No pares y no tengas nervios yo lo distraígo, viene de mi lado-

Quedamos ventana con ventana, Keith volteó hacia mí y se me quedó mirando a los ojos ya que era eso lo único visible de mi cara pero pronto su mirada bajó a mi cuello y se dió cuenta, traía puesto el collar que me había regalado, no había dos muestras de este collar era único e inconfundible para Keith ¿Por qué no lo escondí? Porque estoy harta de esconderme de Keith quiero que todo termine y pase lo que tenga que pasar.

De la sorpresa Keith disminuyó la velocidad y ganamos pero seguimos con lo mismo antes de que Keith mandara a sus matones por nosotros. La mirada de Keith nunca se me va a olvidar en mi vida, es penetrante y te transmite el poder que solo yo puedo destruir haciendome sentir poderosa y lista para el peligro.

-Me encanta la velocidad- le dije al terminar la carrera

-Lo sé-

-No me hables sigo enojada, le hable al viento- dije para fastidiarlo

Al llegar a mi casa ví que todavía seguían todos ahí, así que ahora si subí a mi cuarto a dormir un rato porque en realidad estaba muy cansada y esta carrera me puso los nervios a flote.

Mi Mejor Amigo De La InfanciaWhere stories live. Discover now