LET ME GO. +18 © (T.2 LOVE ME DOWN EASY) (NORMAN REEDUS)

13. extorsión

- Eres un jodido enfermo si piensas en que realmente voy a montarme en tu estúpido coche, Norman.

- Mira, Zoe. Sé que he cagado las cosas, e intenté ser un poco... ¿humorista? No lo sé. Pero vamos, realmente tu casa me queda de pasada. Sube.

- ¿Luego de haberme dicho todo aquello en mi maldito estudio? Joder, Norman. Estás demasiado equivocado conmigo, porque realmente ya no soy aquella niñata que haz conocido con diecinueve años.

- Lo sé. Y es por eso que quiero pedirte disculpas. No me obligues a tener que posarte en mi hombro y subirte a la fuerza, porque sabes muy bien en que soy capaz de hacerlo. Así que, actuando con madurez, sube al coche y deja de hacer tanto escándalo.

Cuando tengo ganas de reprochar por milésima vez, decirle en que realmente deje de molestarme, de joderme, y de aparecer siempre en mi camino, una mano se posa sobre mi hombro, dándome un leve apretón, para que otros dedos vayan hacia mi mentón y de aquella forma, gire mi rostro y me bese desprevenidamente, tomándome por pura sorpresa.

Soy capaz de reaccionar en el momento que, con mis ojos estáticos y abiertos, noto que se trata de Jeffrey, quien con una sonrisa leve en sus labios, me mira y me acaricia la mejilla tras desprenderse de mi beso.

- ¿Que tal, amor?

Por el rabillo de mi ojo observo como es que Norman se ríe negando unas cuantas veces, lo que, claramente, llama la atención de mi marido.

- Jeff...

- ¿Necesitabas algo por aquí, Norman?

El corazón comienza a latirme con mucha fuerza en el pecho, al punto de asustarme y hacerme pensar en que Norman sería capaz de contar absolutamente todo lo que ha pasado en mi estudio.

Relamo mis labios con nerviosismo y le miro, aclarándole con mi mirada en que por favor no se atreva en decir nada.

- Pensé que Zoe querría aceptar mi ofrecimiento como chófer para llevarla hasta su casa.

- ¿Y tú que haz dicho, nena? - su tono es confuso y hasta me da escalofríos.

- Me ha dicho que no, así que puedes quedarte tranquilo. Yo ya me iba.

Antes de que Norman pueda acelerar, Jeffrey se abalanza hacia su coche y apoya sus dos antebrazos contra el marco de la ventanilla.

- ¿Por qué no te vas por el camino que no te introduzca más hacia mi mujer y haces que las cosas sean un poco más fáciles, Norman?

- Joder. - dice con una risa sarcástica mi ex. - ¿Piensas que realmente esto ha sido a propósito? Seguramente tu mujer acaba de salir de su trabajo y yo no tengo ni la menor idea de como son sus horarios. Iba de camino a mi hotel, y para hacerle un favor, me he ofrecido. Supongo que con la confianza que debes de tenerle hace años, sabrás en que ella no es fácil de convencer, y que además, por más de que haya subido o no, nunca arruinaría lo que tiene. Ni conmigo, ni con nadie. ¿Cierto, Zoe?

Entiendo a donde quiere ir.

Lo que él busca, es hacerme sentir mal.

Quiere que yo caiga en aquel sentimiento de culpa, para sentirme mal, para darme cuenta en que realmente Jeffrey no merece nada de lo que ha sucedido, porque verdaderamente, él no lo merece.

- Vámonos, Jeff. Ya no hay más nada que hacer aquí.

Jalo del brazo de mi marido, quien logra desprenderse del coche de Norman, y en cuanto lo hace, mi ex novio desaparece por la carretera, dejándonos solos.

Jeffrey suspira con fuerza, y cabizbajo, comienza a caminar conmigo de la mano, sin decir ni una sola palabra.

- ¿Chloe ha quedado sola en nuestra casa?