Capítulo 31

1.7K 123 7
                                    

"Nunca es igual saber la verdad por uno mismo que tener que escucharla por otro"

Aldous Huxley

***

Vanya pasa a recogerme a mi trabajo después de terminar mi jornada laboral, la idea de salir con ella de compras y pasar un momento entre conocidas se me hace un poco extraño, ya que apenas hemos comenzado a conocernos, a pasar tiempo juntas y coincidir en algunos eventos que van Pierre e Ian, por un lado la invitación me sorprende, pero por otra, me relaja saber que puedo pasar tiempo con otra persona para conocerla y así entablar una amistad.

Así que hoy nos encontramos caminando por el centro comercial Hay's Galleria, el cual está cerca del río Támesis, hay pocas tiendas para ser un centro comercial, pero la verdad es que el lugar es muy bonito cuando se ven algunas ventas afuera sobre joyerías, baratijas y dulces; además de ello, la plaza parece estar más rodeada de locales de comida que de otro servicio, por lo cual es muy tentador no quedarse afuera de las ventanas de cada tienda para admirar los postres que se ven estupendamente deliciosos.

Vanya es una persona muy flexible y muy suelta de labia, en mis condiciones de persona introvertida, ella parece ser todo lo contrario de mí, sabe llevarse con cualquier persona sin importar que la conozca o no y por supuesto, es buena para hacer negocios con los vendedores, es de menos cuando me ha comentado que su padre es banquero y su madre trabaja en bienes raíces, lo cual hace que ella haya resultado con esas buenas habilidades de matemática y sociabilidad.

A fin de esto, a Vanya la considero como una buena persona expresiva, empática y tolerante, además de ello, muy bondadosa y honesta, ya que siempre deja claro sus ideas y le gusta hablar con la verdad a pesar que ella no le gusta ser hiriente con los demás, hasta el momento, me ha involucrado en todo tipo de conversación y a la vez, le gusta regalar cosas a los demás... Así que hoy llevo varios dulces en mi cartera gracias a que mi rostro no disimulo las arrogantes facetas de querer probar y comer unos dulces tradicionales.

— ¿Por qué llevas muchos postres y dulces?—le pregunto al ver que ella abría la puerta de una nueva tienda.

—Mis padres y los de Ian se reunirán el sábado con nosotros y otros familiares para organizar los últimos detalles de la boda. —Hice un rostro sorprendido.

Apenas entramos a la tienda y comencé a sentir el delicioso aroma del pan y de muchos postres cubiertos de chocolate, vainilla, caramelo y otros sabores más. Cerré los ojos e intente desviar la mirada a otro lugar porque es posible que si sigo comiendo más dulce, termine por ponerme hiperactiva.

—Sabes... He pensado hacer una despedida de soltero... Algo así como una pijamada. —Abro los ojos.

Si piensa invitarme será un problema y de los grandes y gordos porque es imposible que me separe de Pierre cuando ya tenemos cuatro meses de cumplir a pie de la letra el plan, es cierto que puedo salir con mis amigas y pasar con ellas unas horas por la noche pero quedarme en otro lugar y tener que separarme de Pierre cuando exactamente a las doce tenemos que estar durmiendo en la misma cama, esto lo veo como un problema, es casi como si volviera a mis adolescencia y mis padres no me permitían quedarme en casa de algunas compañeras.

—Ah sí... ¿cuándo?—intenté no ponerme nerviosa y evidente con el tema.

—Dentro de tres semanas, ya que el siguiente mes me caso. —Sonrío al ver lo emocionada que está.

— ¿Cómo te sientes al saber que te casaras con Ian?—ella deja de caminar para darme una mirada.

—Si te soy sincera, sigo sin creer que él será mi esposo—enarco la ceja.

Amores Perdidos [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora