𝐇𝐞𝐚𝐭𝐡𝐞𝐧𝐬 | ᴰᵉˢᶜᵉᶰᵈᵃᶰᵗˢ

Prólogo

La tensión y el temor podían sentirse en cada rincón de Auradon, sus habitantes se encontraban ocultos esperando a que sucediera algo. Era un día muy especial debido a que sería la coronación del nuevo Rey, pero algo había cambiado. Desde muy temprano, el día se sentía pesado y templado, dando un mal presentimiento en todos.

El joven Príncipe por su parte, estaba decepcionado y abrumado por tantas cosas que estaban sucediendo. Por fin, Evie había tomado el valor para decirle todo lo que había visto noches anteriores. Aunque al principio no le creyó, su mente comenzó a conectar los puntos hasta que reconoció que había sido un tonto al no darse cuenta. Y, por su estupidez, había perdido la confianza de su pareja, había lastimado a la chica por la cual tenía sentimientos y, para peor, el reino se desmoronaba bajo su responsabilidad.

-Ben, no es tu culpa- La chica se acercó y con suavidad acarició su hombro. -Sólo intentaste ser bueno con ellos, no sabías lo que sucedería- El castaño cerró los ojos intentando reprimir el enojo y la rabia que sentía.

-Debí saberlo. Eloide siempre ha estado resentida con la decisión que tomaron mis padres, me lo dijo hace años, pero no le presté atención- Lamentó frustrado.

-¿De qué hablas?

-Es... Es una historia muy larga, no creo...- Antes de terminar de excusarse, Evie dejó caer un libro sobre el escritorio, dando a entender que lo sabía todo. La consternada mirada del castaño no le hizo sentir lástima, estaba harta de tantas mentiras y, quería la versión explicada por él.

-Hay suficiente tiempo antes de que vengan por ti.