MI MOTOCICLISTA

CAPÍTULO 96 "LA MUERTE DE ALEJANDRA"

Salí de la sala de parto y fui a la sala de espera. A decir verdad no tenía ni la menor idea de lo que estaba pasando. Me siento tan nervioso, emocionado, feliz y un sin fin de emociones en mi cabeza.

Salí de mis pensamientos al ver llegar a los papás de Alejandra.

-¿Javier, qué pasó, todo esta bien?. -Dijo la mamá de Alejandra preocupada.

-No se que esta pasando. Dio a luz por cesárea y luego comenzó a desmayarse y sonó una máquina. Pero no supe más porque me pidieron que saliera. -Dije nervioso.

-Tranquilo, todo va a salir bien. -Dijo el papá de Alex tratando de calmarme.

-Nacieron dos lindos bebes, una niña y un niño. -Dije feliz. -Juro que son el motor de mi vida a partir de hoy. Y vamos a salir adelante los cuatro.

-Ya veras que si. -Dijo la mamá de Alex.

Esperamos varios minutos y llegaron mis papás, se acercaron a mí y se quedaron a mi lado. Y en eso llegó la doctora que atendió a Alejandra.

-La paciente quiere ver a su mamá.

La mamá de Alejandra de inmediato fue con la doctora, la cual la llevó a la sala donde se encontraba Alejandra.

Narra la mamá de Alejandra
Entre a la sala y vi a mi hija super pálida y con los ojos entre cerrados, lo cual me hizo derramar unas lágrimas de dolor.

-Mamá. -Dijo con un tono de voz muy bajo.

-Si, aquí estoy mi niña. -Me acerque y tome su mano.

-Quiero que cuides a mis hijos. -Dijo con el mismo tono de voz.

-Claro que sí mi amor yo te voy a ayudar como lo hice en el pasado. Te ayudaré a alimentarlos, a darles de comer...

-Prometeme que van a apoyar a Javier en todo. -Dijo interrumpiendome.

-Si mi vida. -Las lágrimas se hicieron presentes. -Aunque tu papá no lo diga. Ambos lo amamos como si fuera nuestro propio hijo.

-Gracias mami. Gracias por todo.

-Te amo mi niña hermosa. -Dije entre lágrimas.

-Yo mucho más mamá.

Me acerque a ella y le di un beso en la frente.

Al separarme de ella note que una máquina sonó y mi hija no se movía y no reaccionaba.

-Alejandra. -Dije mirándola con miedo. -¡No! ¡No!.

Grite desesperada y comence a llorar desenfrenadamente.

-¡Alejandra, no me hagas esto!. -Grite tomándola de la cara. - ¡Abre los ojos!.

Salí de la sala y busque por los pasillos y no vi a nadie.

-¡Un doctor!. -Grite como loca.

En eso la doctora entró rápido a la sala y yo entre detrás de ella. Tomó su estetoscopio y le tomó el pulso y su ritmo cardíaco.

-¿Cómo está?. -Dije desesperada.

La doctora tomó su estetoscopio y lo colgó en su cuello, vio su reloj y me miró.

-Lo lamento. No hay nada más que podamos hacer, su hija acaba de fallecer.

-¡No!.

Grite desesperada.

Narra Javier
Después de varios minutos de espera vi llegar a la mamá de Alejandra junto con la doctora. Pero algo no andaba bien la mamá de Alejandra se veía fatal. Lo cual me puso muy nervioso.

-¿Qué pasa?. -Dije mirando a la mamá de Alejandra, la cual me ignoro y solo fue a los brazos de su esposo.

-Lamento tener que dar esta noticia, pero su esposa. -Me miró a los ojos. -Acaba de fallecer.

Al escuchar eso mis lágrimas brotaron y mi corazón se quebró.

-No. No es cierto. -Me acerque a la doctora. -¡Dígame que es mentira! No. Alejandra no puede estar muerta. Tengo que verla.

Esquive a la doctora y corrí por el pasillo y mi papá fue detrás de mí.

-¡Alejandra!. -Dije mientras corría.

En eso mi padre se puso en frente de mí y me detuvo.

-Hijo por favor...

-No esto no puede ser verdad. ¡Me quiero morir!. -Dije triste.

-Hijo por favor, tienes que ser fuerte. Piensa en tus hijos. -Dijo mi mamá.

-Es que sin Alejandra no tengo porque vivir más. -Dije entre lágrimas.

-¡Te equivocas!. -Dijo papá. -Acabas de decir que tus hijos ahora en adelante son el motor de tu vida.

-Pero sin Alejandra no podré salir adelante.

-Ya veras que si. La llevaras siempre en tu corazón y todos los que te querémos te vamos a apoyar.