🏈Capítulo 24🏈 "Recaída"

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Junio

Es sábado, estoy acostada en mi recámara, son las dos de la mañana y me encuentro viendo una serie comiendo palomitas de maíz plácidamente cuando el timbre de mi celular me hace dejar de ver la serie.

Andrew

–¿Hola?

–West...

–Andrew ¿Qué son estas horas de hablarme por teléfono? ¿Crees que soy telefonista de veinticuatro hor...?

–West, estoy...lo siento West enserio, perdón–. Andrew suelta un sollozo ¿Acaso está llorando?

–Andrew, me estás asustando ¿Dónde estás? ¿Qué pasó?

–Estoy afuera de una estúpida fiesta drogado a más no poder...recaí West...ojalá puedas perdonarme.

–Mándame tu ubicación Andrew y no te muevas de ahí hasta que yo llegue, no me pidas perdón porfavor...todo va a estar bien, te lo juro.

Cuelgo y rápidamente bajo de la cama, tomo mis crocs y salgo de la habitación sin importarme el hecho de que esté vestida con un short de pijama y una remera de hombre con estampado de alguna banda totalmente desconocida para mi. Cojo las llaves del auto y salgo de casa, agradezco que papá y mamá hayan tenido que ir al Glindchelle durante el fin de semana porque ahora mismo no estaría encendiendo el motor del auto si no dándoles explicaciones. Conduzco hasta la ubicación de Andrew y al llegar bajo del auto para buscarlo; por fin y luego de caminar como desesperada lo encuentro recargado en una de las macetas que adornan la entrada de la casa donde es la fiesta.

–West...

–¡Andrew!–. Grito y avanzo hacia él, desde antes de acercarme por completo a él puedo percibir el olor a alcohol, cuando estoy frente a él me pongo de rodillas para luego abrazarlo y él comienza a llorar.

En ese momento y después de tanto tiempo sin hacerlo comienzo a llorar junto a él, lo hago porque él me está permitiendo verle en su punto más bajo, porque me ha llamado a mi y porque de alguna manera me afecta su estado y puedo comprender aunque sea una pequeña parte por lo que está pasando.

–Shhh, todo está bien, necesito que te levantes, te quedarás en mi casa y hablaremos de esto ¿Te parece?

–Gracias Emms.

–Vamos.

Andrew logra levantarse y ambos caminamos en silencio hasta el auto, subimos y conduzco hasta llegar a casa, estando ahí dejo salir un suspiro antes de entrar a casa.

–Antes que nada, voy por alguna pijama, espera aquí.

–No es necesario, suficiente es con que me dejes quedarme aquí.

–Ya vuelvo–. Digo y subo, tomo de mi armario otra de las varias playeras de hombre que uso para dormir y del cuarto de mis padres tomo un pantalón de chandal de papá, bajo y Andrew está en la sala de estar viendo una fotografía.

–Es del baile de graduación de papá, mamá tenía seis meses de embarazo.

–Es una linda foto.

–Lo sé, aquí está tu pijama del día de hoy.

–¿A tu padre le gusta Metallica?–. Pregunta Andrew viendo la playera.

–Es mía–. Él me mira extrañado. –Tengo varias playeras de hombre, me gusta dormir cómoda.

–Gracias por la pijama.

–Usa el baño de mi recámara para cambiarte, yo prepararé algo.

–Emma, no...

–Tengo hambre, me rehuso a que me prohíbas comer a las dos y media de la mañana cuando mis padres no están en casa–. Respondo y él ríe.

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