Erick
De todo lo que podía heredar de mamá heredé lo impulsivo.
Gracias por nada, genes.
-¡Hasta el fondo!- grita uno de los estúpidos amigos del estúpido Zabdiel que bebe su estúpida cerveza número quien sabe qué.
Dejé de contar desde la séptima.
No debí venir pero creí que me distraería de todo, cosa de la que ahora me arrepiento porque ese imbécil solo se la ha pasado bebiendo y jugando.
No sé cómo puede seguir de pie, supongo que ya debe estar acostumbrado.
Y lo peor de todo es que ni siquiera funcionó porque aunque vine a la fiesta sigo pensando en mamá y el señor Pimentel.
¿La estarán pasando bien? ¿Se habrán reconciliado? Seguro sí.
No debería importarme, es la única razón por la que estaba de espía, le estoy dando más importancia de la necesaria.
-Er, ¿Por qué estás tan borroso?- pregunta el poste tambaleándose- ¿Te sientes mal?
-El que está mal eres tú, animal, ven- lo tomé de la mano y guíe a una silla cercana- ya estás muy mareado, deberíamos ir a casa.
-Te voy a ser sincero- se detuvo un segundo por un hipido- tenía la intención de impresionarte con mis dotes y tener una noche divertida contigo pero estoy demasiado mareado y no le voy a atinar a tu culito, ¿Podemos dejarlo para otro día?
-Y yo también te seré sincero, si lo intentabas te ibas a quedar sin pene y solo porque estás ebrio no te lo cortare ahora- advertí sacando mi teléfono- llamaré a alguien para que venga por nosotros.
-Yo puedo manejar...- dijo sacando unas llaves de su bolsillo y se le cayeron- ay, está temblando.
-El mareado eres tú ya lo dejamos claro y no, no puedes, si sobrio eres un idiota borracho lo eres el doble- ignoré buscando en mis contactos- no le puedo marcar a mi papá, se enojara demasiado y es la única persona que conozco que tiene auto.
-No es cierto, también mi tío tiene- avisa sacando su celular- que el venga.
-Es que hoy tenía la cita con mi mamá, ¿Y si siguen en la cena?
-¿A esta hora?- pregunta riendo- yo creo que ya hasta deben estar en el postre, si sabes a lo que me refiero.
Estaba mejor sin entender esa referencia pero tiene razón, si les llamo a esta hora puedo arruinar su cena y todo lo demás, no voy a llamarlo.
No lo haré.
Joel
La cena fue más tranquila de lo que pensé, Hani nunca ha sido una persona seria pero se lo tomó bastante bien, creo que entendió que lo que nos unía ya no existe.
Me quito la corbata y la echo a la cama, supongo que si podré descansar después de todo.
Me dispongo a quitarme la camisa cuando suena mi celular, lo saco del bolsillo y me extraña ver el número de Erick.
-Hola Er, ¿Qué pasa?
-Buenas noches señor Pimentel- saluda y se escucha demasiado ruido del otro lado de la línea- amm, ¿Cómo está?
-Bien gracias, ¿Todo está bien?
-Sí, bueno, creo- dice con un suspiro, parece preocupado- verá, vine a una fiesta con Zabdiel y...
