08

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Erick

El señor Pimentel insistió en dormir en la sala a último momento y agradezco mucho eso porque estoy muy apenado.

¿Cómo se me ocurre decirle eso? No es que no quiera convivir con él, claro que sí pero hay modos.

Al menos sé que ya no va a estar con mi mamá, no es que intente hacer algo pero mi papá al menos no va a tener el corazón tan roto esta vez.

Espero.

Salgo de la recamara ya vestido con mi ropa de ayer y bajo a la cocina porque hay ruido, solo quiero despedirme.

Entro y veo que el señor Pimentel está bebiendo una taza con café o algo así recargado sobre la barra mientras lee el periódico.

No está usando camisa, sé que duerme así pero nunca lo había visto.

Se ve bien.

─Buenos días─saludo para llamar su atención.

─Oh, hola Er, buen día- saluda dejando el periódico en la barra─¿Quieres desayunar? Ya están los huevos.

─No sabía que cocinaba─digo recordando que todo el tiempo que me quedé aquí solíamos pedir comida a domicilio.

─No creo que saber freír huevos cuente como saber cocinar─asegura riendo─ siéntate.

─De hecho solo venía para despedirme, será mejor que me vaya.

─Vamos Erick, solo desayuna y te llevo a casa más tarde─insiste con una sonrisa.

No voy a aceptar, ya es demasiado todo esto, necesito aclarar mis ideas y para eso tengo que...

─Sí, está bien─¡Maldita boca que funciona más rápido que mi cerebro!─ entonces, solo voy a asegurarme que Zabdiel siga vivo.

Digo y salgo de la cocina, espero que se ponga una camisa mientras vuelvo porque me pone muy nervioso.

Joel

Sirvo la comida mientras regresa, le preparé a Zabdiel algo también pero no creo que quiera levantarse de la cama, llegó en muy mal estado anoche.

Me quede pensando un poco acerca de la plática que tuve con Erick, me alegra que quiera pasar tiempo conmigo, me acostumbré a su presencia en muy poco tiempo.

Es extraño porque es muy divertido y extrovertido como Hani, pero es mucho más centrado y responsable, sabe que sus acciones tienen consecuencias y a diferencia de su madre el no huye, sino que las enfrenta.

─No quiere venir, está muy mal- informa el ojiverde entrando─pero quiere que le pase unas pastillas para las náuseas, las llevo y ya vuelvo.

Asentí sentándome a esperarlo, las busca con la mirada hasta que da con ellas.

Hay un frasco sobre la alacena pero no puede alcanzarlo, se pone en puntitas y se estira lo más posible pero no lo logra.

No puedo evitar soltar una risita por lo gracioso que se ve, voltea su rostro y parece querer matarme usando solo su mirada por lo que contengo mi risa.

Vuelve a lo suyo y no lo logra, me levanto de la silla y voy detrás de él, alzo la mano y tomo las pastillas, se da la vuelta algo alarmado y me ve.

Está muy sorprendido por la cercanía, detalle al que no le había prestado atención hasta que lo vi delante de mí.

No dice nada, solo me observa y hago lo mismo.

Sé que le gusto, me lo dijo, pero no está bien que me aproveche de la situación, es muy lindo pero no está bien.

Joerick: Señor Pimentel (Completa)Where stories live. Discover now