Señor y Señora Wedel [Finalizada]

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-Tenemos que hablar- me dijo Gabriel cuando yo me disponía a ir a casa tras un día tranquilo en la Uni. Sujetaba mi brazo con algo de rudeza y yo la verdad no estaba de humor para romperle la cara.

-¿Hablar qué, Gabi? ¿De lo rico que besa Lara? Porque me temo que aunque sea bien zorrita yo no he tenido el placer de besarme con ella. - respondí con marcado sarcasmo.

-No sé quién te metió esas ideas en la cabeza pero te juro...

-Me das asco, Gabriel. Yo los vi con estos bellos ojos azules ¿y aún así deseas negarlo?

-Amelia, tu sabes que te amo sólo a ti, lamento mucho que haya pasado esto, debí haber sido sincero antes y contarte sobre ella. Tenía mucho miedo de que te alejaras de mi, ven y empecemos de nuevo. - se acercó más de lo que yo habría deseado.

-Tienes tres segundos para retroceder o lo último que vas a sentir es mi pie en tus bolas. - gruñí.

-Vamos, amor, tu no eres así. - apartó un mecho de mi cabello e hizo movimientos que indicaban claramente que iban a besarme. En efecto, lo último que sintió antes de caer al piso rugiendo de dolor fue mi rodilla en sus bolas.

-Maldita zorra, eso no se va a quedar así. - le escuché decir mientras yo seguía mi camino.

Por suerte era viernes y no tenía que ir a trabajar por la noche, tendría que buscar algo que hacer que no sea leer o hacer la tarea. Un mensaje de Bruce me hizo más fácil la situación:

-Te paso a recoger en 1 hora. No llames a la policía.

-Muy tarde, les avisaré de inmediato.

Él era todo lo que yo necesitaba. Una llamada de Nick intervino mis pensamientos:

-Hey Nick, hasta que al fin me recuerdas. - le regañé.

-Perdona, Am. Sabes que estoy aturdido, la vida de casado es compleja. Pediré el divorcio en cuanto pueda. - escuché a Sally reírse en el fondo.

-No sé cómo Sally te soporta.

-Así como yo te soporto a ti. - buen punto. ¿Y qué tal la escuela? ¿Sigues de porrista?

-Eso creo.

-¿Ya tienes amigos?

-¿Amigos? ¿Eso qué es?

-Vamos, Ami, vas a morir virgen. Por lo menos dime que no eres lesbiana... Y si lo eres ten confianza de decirme y presentarme a tu novia. ¿Es linda? ¿La conozco?

-Nick...

-Dame una pista al menos.

-No, Nick. Me gustan los hombres y cuando menos lo esperes te llevaré uno a casa. Mientras tanto no me presiones o tardaré 5 años más en hallar novio.

-Solo quiero que no estés tan sola, al menos quiero que seas feliz.

-Puedo ser feliz sola pero si estando sola y feliz encuentro a alguien de quien disfrute su compañía más que la soledad, entonces le pondré un sello que diga: "eres el indicado".

-Bien... Eso fue complejo. Te colgaré por filosófica.

-Bien, hazlo. - le reté.

-Claro que lo haré...

-¿Y bien? ¿Qué esperas? - me reí.

-Te quiero hermanita.

-Y yo a ti. Por cierto, saludos para Máx. - Sí, el perro aún vive.

-Claro que no se los daré. - y colgó.

Así era Nick, tan él. Lo amaba aunque no estábamos todo el tiempo en contacto, amaba eso de él, su manera de dejarme ser yo misma aunque fingía que no lo hacía.