16 • Rulan •

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Fuego, caos, gritos, el fuego lo consume todo, y a la vez, no lo alcanza...

Al centro de todo, él sólo puede observar como todo se consume, como todo se desvanece, como todo se quema..

¡Wei WuXian! ¿No dijiste que podía controlarlo?

El grito que escapa de la garganta de su hermano le golpea la cara, entonces nota, que hay sangre en sus manos, el líquido tibio humedece todo debajo de él, y cuando mira hacia abajo lo único que puede ver es la delgada y pálida figura de Jiang YanLi, su shijie esta bañada en sangre, esta brota de su pecho, de su garganta y de sus labios.

Entonces levanta la vista, y frente a él esta Jiang Cheng, su cabello ondea suelto entre el aire cargado de humo y en su mano, Sanbu brilla cuando la alza sobre su cabeza, esta aterrado, no sabe lo que
pasa pero le aterra, espera el filo de la espada atrevezando su garganta, pero, no sucede... en su lugar una figura blanca esta frente a él, pronto las impolutas túnicas blancas se han teñido de carmín,  el cuerpo cae sobre sus rodillas y finalmente sobre su espalda, el rostro de Lan Zhan queda a la vista, y este esta mirandolo con un par de ojos ámbar totalmente opacos, muertos...

Como todo lo que él toca...

─¡Wei WuXian!, ¡Esto es tu culpa!

Jiang Cheng grita, hay sangre brotando de sus labios mientras habla, y segundos después también se desploma en el suelo como un peso muerto, Wei WuXian parpadea, se levanta, a sus pies una pila de cadáveres se amontona, rostros que conoce, miradas vacías que gritan una cosa...

"¡Es todo tu culpa!"

Entonces es cuando nota una cosa, sus túnicas son blancas, tan blancas como la sangre en ella le permiten ser, blancas y con patrones nubosos en los bordes, blanca y pura, blanca...

Como las túnicas de GusuLan...

. . .

Wei Ying esta erguido sobre su espalda, su herida ha dañado considerablemente en tan sólo un mes, y mientras tanto, las cosa avanzan a una velocidad alarmante frente a sus narices, es evidente que el mundo no se detendrá por él, nunca lo hará, y nunca lo ha echo... en su lugar, todo parece acelerarse, todo parece un borrón frente a sus ojos.

En un parpadeo tiene a su adorada Shijie frente a él, vistiendo unas hermosas túnicas rojas con hermosos bordados de oro brillante, y aunque Wei Ying quiere disfrutar de la hermosa vista que esta le da mientras gira sobre sus pies, es imposible para él no recordar la escena se su hermana en un charco de su propia sangre, muriendo, por su culpa.

Sus pesadillas eran horribles, atroces y despiadadas, atacaban aquello que el quería, atacaban aquellos temores en su cabeza, consumiendo aún más su poca cordura, llevándolo a un estado de insomnio tan intenso que bajo sus ojos la piel se había tornado casi Purpurea.

─A-Xian, ¿No es hermoso?, me hubiera gustado que lo vieras ese dia, todo era hermoso, todo era maravilloso, pero, no estabas, A-Xian, ven, acercate, necesito tu ayuda en algo muy importante. ─Wei Ying sonrie mientras se levanta del pequeño banquillo, sólo para acercarce a la mesita en la que su hermana parece concentrar toda su atención.

En ella, un pergamino en blanco descansa junto a un pincel y tinta fresca, A-Li sonríe mientras tira de la manga de su túnica gris para acercarlo a la mesa.

Just A KissWhere stories live. Discover now