Socialité.

05: "¿Nuevo Chico?"

— En cierto modo estoy algo cansada. — Blair murmuró mientras observaba algún punto fijo de las vistas que tenía sobre el mar mediterráneo. —¿Qué tal la cena ayer con los chicos? Realmente siento mucho, pero no podía quedarme.

—Podías. — Frida murmuró — Me quedé y Cedric estaba ahí con su amorcito, mientras mi corazón moría de celos y mi feminidad de tenerlo dentro de mí.

Gia rió y observó a Blair mientras esta negaba y fruncia su ceño.

—En realidad, Blair está algo ofendida aún con Justin... — Gia suspiró — Deberíamos de comprenderla, ser cambiada por una mujer que tenia atributos mil veces más que tú es un trauma para nuestra autoestima.

—Aún así, Blair hubiera hecho más si se hubiera quedado y hubiera ignorado cualquier comentario tonto de Justin... ¡Le mostraste que aún eres débil, cielo! — Marie suspiró y se levantó de su silla y se introdujo al interior del apartamento.

— En realidad, cada una de ustedes tienen razón — suspiró y bebió un poco de su taza de café — Le mostré mi punto débil a Justin, pero tampoco quiero estar rodeada de su presencia, sí lo hago en cualquier momento volveré y...

—¡Corrección! — Gia sonrió — Tú eres una mujer valiosa y con tremendos atributos, creo que ahora eres mucho mejor que Kendra Loraine, en cierto modo, lo eres. Y eso no significa que no puedas demostrarle a Justin que eres una mujer diferente de la que eras hace tres años, y sí quiere tener algo contigo tiene que conseguirlo.

Blair sonrió y negó.

—En realidad, no estoy interesada en conseguir algo formal con Justin... Algo que no ocurrió hace tres años. — suspiró de nuevo e inspeccionó las maravillosas vistas que Santorini le ofrecía. — Estoy hablando con un cantante, se llama Travis Scott.

—¡¿Qué?! — Frida abrió sus globos oculares grises — ¡Eres una traidora! Ni siquiera habías pensando en decirnos.

—Ustedes lo juzgarán. — se encogió de hombros — Es un cantante, ni siquiera es el primogénito de algún multimillonario o algo por el estilo.

—¿Juzgar? Ese trabajo es de Frida. Ni siquiera le dio tiempo a la tal Mila de compartir un rato agradable con nosotros. — rodó sus ojos y después sonrió — Cada vez que la modelito hablaba, Frida se encargaba de cambiar el tema.

— En mi elegante opinión, Mila Smith es una embustera. — suspiró — No entiendo que carajos Cedric le vio a ella como para tener una relación oficial y conmigo sólo tenía sexo cuando le daba la jodida gana.

—Le permitiste que te viera como su juguete sexual, Fri. — Gia asintió y después sonrió con algo de vergüenza ajena. — En fin, volviendo al tema de Blair, con cualquiera que decidas tener una relación para nosotros es algo adorable, ¿cierto, chicas?

—A mí me da igual. — Marie sonrió — Después de que no te rompan ese corazón tan hermoso, por mí estaría tan feliz de que por fin tuvieras alguien que te haga menear ese bote.

Blair rió y se levantó de su silla observando los demás apartamentos con sus demás hospedantes, y se percató de una horrible escena. Justin Bennett se encontraba en el apartamento de al lado, le sonrió.

—¡¿Quién carajos le permitió a Justin Bennett hospedarse en el apartamento de al lado?! — murmuró algo molesta. — No quiero saber que escuchaste algo de nuestra conversación, Bennett.

—No tengo oídos de quién sabe qué, Blair. — sonrió — Deberías calmarte, el hecho de que éste a tú lado no quiere decir que estoy persiguiéndote.

—¿Ah no? — preguntó con sarcasmo.

—No, ya no lo necesito. — sonrió y botó la colilla de su cigarrillo. — Puedes estar en paz, nena. Travis o quién sea harían una genial pareja.

Blair quedó sin palabras y observó como el chico que le había roto cada centímetro de su corazón y que a pesar de eso seguía teniendo un amor inmenso y caótico por él, se alejaba y se perdía de su vista.

—¿Por qué no me dijeron que estaba ahí? Justamente escuchando lo que estábamos hablando. — suspiró — ¡Mierda!

—¿Te dolió lo que dijo? — preguntó Frida mientras la observaba preocupada, no quería que estas vacaciones fueran un desastre. Aunque bueno, lo había comenzando a hacer desde que Cedric había decidido traer a la modelo con delirios de rica a su elegante paseo por Grecia. — Vamos, Blair. No debes de ponerle cuidado, sabes que está muriendo de celos.

—Y yo estoy muriendo por haber sido una tonta y haber dicho eso público. — rodó sus ojos — Saldré a recorrer las tiendas de Santorini, me urge nueva ropa.

—¿Nueva ropa? — Gia preguntó y después negó — Tienes un grandioso armario en Los Ángeles adornado de ropa que todos los diseñadores te regalan, ¿qué más quieres?

—Cielo... — Blair sonrió — Es un método para desestresarme.

—¡Vamos a comprar ropa en Santorini! — Marie exclamó.

[...]

Y así es como otro capítulo de Socialité se suma a nuestra fabulosa novela♡.

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