¿Como no desearte? {Jenlisa}

Capitulo 9. Yo no pedí ayuda (Resubido)

Wattpad borró el capítulo que había actualizado, tuve que volver a escribirlo todo de cero y no quedó al 100% igual. Si ya lo habían leído, pueden ignorarlo porque es lo mismo que ya había escrito pero con otras palabras :v

Jennie K

Observó el cuerpo inconsciente de Lisa en piso, la furia sube a mi rostro y las ganas de golpear a Park incrementan cuando lo escucho reír. Rosé parece caer en cuenta de la situación y comienza a sollozar dramáticamente, colocó los ojos en blanco por lo irritante que puede llegar a ser.

Me giro eufórica hacia Jimin dejando a Lisa de nuevo en el suelo.

— ¡¿Estas loco?! ¡¿Ves lo que acabas de provocar?! — Gritó en su rostro. El me mira con una sonrisa cínica y da una palmada en mi hombro.

— ¿Pero desde cuando Jennie Kim defiende a niñas riquillas y lloronas cómo esta? — Señala a Lisa y luego a su Aston Martin que está aparcado en frente del local.

Le doy una cachetada y gira su rostro — Me importa una mierda eso. No sabes en el problema en el que te acabas de meter, Park.

Me giro y observó a Rose agachada al lado de Lisa tomando sus pálidas mejillas entre sus dedos. La apartó de un tirón y me mira perpleja.

— Yo... Yo no quería... — Intenta hablar alejándose.

— No me interesan tus disculpas — Corto su frase por la mitad — ¿Estas son las llaves de su auto, no? — Me preguntó a mi misma en voz alta.

En la caída, Lalisa ha dejado caer todas sus pertenencias al suelo. Su teléfono se ha roto en parte y su cartera ha salido volando, al igual que las llaves de su auto. Tomó todo y salgo con Lisa en los brazos, le quito el seguro a su auto y la pongo en los asientos traseros. Subo al asiento del piloto y manejo sin cuidado al hospital más cercano.

Cuando llegamos, la bajo con cuidado y tan pronto la ven, la ponen sobre una camilla. Me preguntan si he sido yo la que la ha golpeado y niego rápidamente. Tengo ganas de llorar al ver su rostro pálido como un papel y las puntas de los dedos de las manos moradas. Suelto un par de lágrimas rebeldes y me siento en la sala de espera cruzando los dedos para que Lisa se ponga bien.

Llamo a Kai para informarle lo qué pasó pero me avisa que está demasiado ocupado como para venir, le repito un par de veces lo imbécil que es y en lugar de el vienen los padres de Lisa.

Los reconozco porque estaban en las fotos que vi en el apartamento en el que estuve hace algunos días. Me siento intimidada por la elegancia de ambos, y los impresionantes dos meteos de altura del señor Manoban. Me levanto haciendo una reverencia y me miran extrañados, no me conocen y aún tengo el uniforme que uso para trabajar en el bar de Jimin.

— Lo lamentó, señores Manoban — Hago una venia más por si las moscas — Mi nombre es Jennie Kim, soy una... amiga de Lisa.

— Y también eres la hija menor de los Kim — Su madre parece reconocerme — Un gusto, cariño. — Sonríe con calidez pero puedo ver la preocupación en su mirada.

— ¿Que le pasó a mi hija? — El señor Manoban es más serio, pero lo comprendo, su única hija está en el hospital y él parece estar alterado por la situación.

— Creo que será mejor que ella misma se los cuente.

No me quiero meter en la relación amistosa de Rose y Lisa porque se que ha pesar de que a Rose se ha equivocado, se que ella es una persona importante para Lisa. Yo apenas y la conozco, aunque ya le tengo aprecio, comprendo que no soy la indicada para opinar sobre las amistades de Lili.

Habló un poco con los señores Manoban, solo lo necesario. Me preguntan sobre mi vida personal y miento en las respuestas, por temor y vergüenza, no creo que estén contentos de que su hija se relacione con alguien como yo.

Un doctor los llama supongo que para avisar de la situación de Lisa. Entran a la habitación y me muerdo las uñas por la ansiedad que tengo, espero que no sea nada grave. Se quedan dentro por un buen rato y cuando salen, se despiden rápidamente de mi pues tienen un compromiso importante.

Las horas pasan con rapidez, cuando menos lo espero son más de las doce. No me he movido de la sala de espera, ya incluso me he acomodado en la silla negándome a dormir sin saber lo que le pasa a Lisa. La espalda y la cadera me duelen, pero supongo que no es nada comparado con lo que está pasando Lisa y me aguanto.

— Jennie — Rose llega a la sala de espera arrastrando las palabras.

Ruedo los ojos viéndola llegar — ¿Que haces aquí? Lo último que quiere Lisa en este momento es verte la cara.

— No sabes lo que dices, ella es mi mejor amiga...

— No importa lo que sean, Rose. En una de tus situaciones de inestabilidad emocional la pusiste en peligro, estuvieras consciente o no — Espeto.

— Yo no pedí su ayuda, Jennie. Ella solo llegó allí suponiendo que la necesitaba, pero adié había pedido que fuera.

Río con sarcasmo — ¿Y crees que no la necesitabas? Estabas drogándote y bebiendo, dejando que Park hiciera lo que quisiera contigo, solo yendo al bar por semanas y pensando que nadie se daba cuenta de lo mal que estabas. — Digo enojada y se queda en silencio — Tienes suerte de tener a Lisa, otra persona te hubiera dejado pudriéndote con Park.

Voy hacia el baño y lavo mi rostro con agua fría. Doy algunas palmadas en mis mejillas para espantar el sueño y me dirijo a una tienda de variedades qué hay en el hospital. Agradezco mentalmente que esta abierta y compro unas mentas, unos pantalones deportivos y una sudadera.

Le tiro todo a Rose en la cara cuando vuelvo al pasillo.

— Cámbiate

Su rostro se ilumina y forma una sonrisa — Gracias.

— No creas que me preocupo por ti. Lo hago por dos razones: Apestas a cigarrillos y alcohol y Lalisa odiaría verte en ese estado tan deplorable.

Sin mirar su reacción, tomó mi celular para jugar mientras pasa el tiempo. Rosé se para frente a mi ya con la ropa que compré para ella y me toma del hombro — Puedes irte si quieres, yo me encargo de Lisa.

— Claro, ¿y dejarla con una chica borracha y probablemente drogada? ¿La misma que vio como Jimin la intimidaba, y no hizo nada para impedirlo? — Vuelvo a reír — No, gracias.

(...🌪...)