Nara Yuki, es la segunda hija de Nara Shikamaru y Temari. Ella es una niña muy inteligente, astuta, alegre y aventurera.
Yuki nació con la singularidad de tener chakra inagotable, además de ser puro. Como dice el viejo Sabio Sapo. "El chakra puro, e...
Img de google, no me pertenece el dibujo: La enfermera Ame.
En la academia
–¿Haru?–Mirai mira a su mejor amiga cansada. Ambas están dando clases de como romper gengitsu.
–Perdón, es que ayer fue un día muy pesado–bosteza y mira a la izquierda.
Por ahí pasa Kumon junto a Ame, la enfermera. Haru Pone mala cara y vuelve a mirar a los alumnos.
–No me lo creo, Kumon está muy cerca de esa enfermera–Mirai abre la boca y mira a su amiga molesta.
–Ese estúpido...me dijo que no tenía ojos para nadie más– infla las mejillas y mira a otro lado.
–Seguro que le convenció su hermosa figura–Mirai observa a la preciosa enfermera.
–¿Por qué las enfermeras debe tener tan buen cuerpo? En comparación yo...–Haru se mira su cuerpo y suspira.
–Tú eres muy guapa Haru, no te preocupes por eso. Es un idiota y un pervertido–ambas observan que solo Yuki puede librarse del gengitsu pero los demás están tan asustados que deciden despertarlos.
–Mejor rompamos los gengitsus–Mirai y Haru se ponen a romper los gengitsu.
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"Los celos de Haru"
Haru y Mirai pasean juntas por la academia.
–Se siente raro, sin tener a Kumon, molestándote–suspira Haru entrando en la cafetería.
–Mejor, vámonos a otro sitio–Mirai observa a Kumon siendo dado de comer por la enfermera.
–Oh no, eso sí que no–Haru va a la mesa y da una patada en la zona lateral del cuerpo de Kumon y lo manda al suelo. Mirai y los alumnos abren la boca, observando ese golpe.
–¡Wow!, Haru-sensei enséñame ese golpe–Tayisa grita sorprendido.
–Ups, perdón por molestar, pero debo llevarme a Kumon–sonríe falsamente a la enfermera.
–Oh, claro. Nos vemos Kumon-sensei–la enfermera se despide, agarra su bandeja y se va.
–¡¿Pero que haces?!–sube el tono de voz de Kumon.
–Nada, solo pasaba por aquí y me apeteció golpear una escoria–Haru sonríe con cara de buena chica.
–¿A quién llamas escoria?–Kumon se levanta quitándose polvo.
–A ti–le señala con el dedo.
–Oh, ya entiendo. Estás celosa–dice burlándose y recibe un puñetazo en el estómago que le hace soltar el aire.