Eyes Closed | Xicheng

小莲花 🌸 Little lotus

Jiang Cheng tenía una personalidad bastante complicada, en el mejor de los casos delicada. No un delicado de 'no puedo valerme por mi mismo'. Al contrario, era el tipo de delicadeza que si hacías enojar probablemente perderías una pierna.

No se podía negar que era determinado, responsable y muy leal. Wei Wuxian se sentía especialmente orgulloso de lo inteligente que era su dìdì. Madam Yu no podía negar que su hijo menor había heredado su fuerte carácter. A los ojos de Jiang Fengmian, Jiang Cheng era una pequeña flor de loto que defendía su interior al rodearse de un espeso pantano.

La familia Lan tenía en muy alta estima a los Jiang porque eran muy dedicados en todo lo que hacían, he ahí una de las razones por lo cual un matrimonio arreglado sería magnífico.

En las mentes de Lan Qiren y Qingheng-Jun no sólo el dinero y poder eran importantes, también la nobleza e intenciones de las personas. Ambos eran conscientes de la actitud del heredero Jiang, sin embargo, ellos podían ver claramente cuán bonito y puro era el corazón de Jiang Cheng, lo han tenido vigilado el tiempo suficiente para estar seguros.

Un poco gruñón, pero esa fortaleza y voluntad de hierro era lo que le hacía falta al inocente líder de los Lan, porque Lan Xichen tenía un corazón demasiado frágil, las personas podían aprovecharse de eso y obviamente sus familiares no querían tristezas en la vida del Jade mayor.

Allí sentado al aire libre bajo un árbol de Magnolia, algunos débiles rayos de sol acariciando su rostro, el viento dándose la tarea de mecer sus desordenados cabellos y los pétalos jugando traviesamente a sus espaldas. Allí yacía Jiang Cheng pensando en las millones de formas para esconder un cadaver, como romperle las piernas a Wei Wuxian por no advertirle sobre el peligro que representaba la familia Lan para su estado civil y como tener un desayuno sin 8 pares de ojos esperando la respuesta de una pregunta que él ni siquiera podía asimilar.

El joven heredero Jiang deseó retroceder 30 minutos antes, cuando  su madre le había ordenado vestirse presentable para las visitas, ese era el momento perfecto para hacer sus maletas e irse nadando a Australia. ¿Por qué no lo hizo? Pues porque al estúpido de Wei Ying no se le ocurrió decirle a tiempo que sus padres planearon su matrimonio arreglado con un tal Lan Xichen.

Bufó internamente. Solo esperaron a tenerlo acorralado por ambas familias para anunciarle la espectacular noticia.

– ¿WanYin? – llamó Madam Yu con su típica expresión seria.

– Madre – pero si había alguien que podía hacerle competencia a Madam Yu era Jiang Cheng.

– Hijo, sabemos que este compromiso es un poco... apresurado para ti, pero creemos que es lo mejor – Jiang Fengmian intentó apaciguar a WanYin aún cuando éste mostraba una calma casi aterradora, él conocía esa expresión, no faltaba mucho para que explotara.

– ¿Lo mejor? ¿Para mi? – se rió amargamente el joven de actitud tajante. – ¡Por favor! ¡Hacen esto porque piensan que no puedo manejar Yunmeng adecuadamente! ¿O acaso me equivoco? – la perrita en sus piernas se tensó y corrió hacia otro lado.

Hasta Yue podía percibir el peligro saliendo por cada poro de su amo.

– A-Cheng, sabes que no es así. Sabemos que eres perfectamente capaz de manejar las empresas tú solo, sin embargo, un marido en quién apoyarte para tomar decisiones no estaría demás. –

– ¿Un marido en quien confiar? – el hijo menor de los Jiang alzó una de sus perfectas cejas oscuras y sonrió con sorna. – ¿Lan Xichen? ¿Puede decirme donde está?–

Lan Huan, algo confundido, dijo lo primero que se le vino a la mente ya que por obvias razones no podría levantar la mano para darle su ubicación a WanYin. – Aquí estoy joven Jiang. – se removió incómodo en su asiento cuando todas las miradas se posaron en él.