Capítulo 37

1.9K 72 3
                                    


Cuando Alba entró por la puerta de casa, se fundió en un abrazo largo, entregado y sincero con Ici, sentía que había logrado que su vida se encauzara por el buen camino.

Alba: ¡Estoy tan feliz, Ici!

Ici: Joder, ¡y yo! (decía con las lágrimas en los ojos) No sabes las velas que llevo puesto a la Virgen del Perpetuo Socorro, ¡no lo sabes! (decía emocionada)

Alba: Gracias iCI... la verdad que os habéis portado conmigo todas de una manera excepcional, te siento tan cercana a mí

Ici: ¡Quién nos lo iba a decir después de aquel banderillazo que me arreaste!

Alba: Lo hemos conseguido Ici (volvió a abrazarla sintiendo la felicidad rebosar por su piel)

Ici: Me alegro tanto por la niña, mi sobrina va a tener a dos madres de bandera

Alba: Si vieras a Nat (su gesto fue emocionado)

Ici: No me hace falta verla Alba, la puedo imaginar, sé lo que significa para ella la niña, y sé lo que significas tú (le sonrió con ternura)

Alba: No me lo puedo creer, todo ha sido así tan... Paul no nos dijo nada y creo que fue mejor

Ici: Sin duda, no habría Cristo que os soportara (dio una de sus grandes carcajadas, justo cuando su teléfono sonó y se cortó, Alba la miró, vio cómo sus ojos se llenaban de brillo y sonrió) Bueno guapa, te voy a dejar, eso sí, me voy dos días, pero a mi vuelta vamos a hacer una celebración por todo lo alto, déjame a mí que la prepare)

Alba: ¿No será como la de mi despedida, ¿no? (la miró un tanto desafiante)

Ici: ¡Tócate los webs!, anda que podrás quejarte

Alba: Anda vete con tu enamorado... espero que me cuentes ¿eh?

Ici: ¿Mi enamorado? (sonrió ampliamente) Ya te contaré ya, pero cuando estés sentada (volvió a ofrecerle su carcajada) Tendré el móvil conectado, ¡pero! (dijo alzando su dedo índice) Prohibido llamar a menos que sea algo terriblemente necesario, bueno, también me puedes llamar si quieres compartir un orgasmo nena, que ante la ausencia de los tuyos todo te puede ayudar...

Alba: ¡Anda tira! (la acompañó sonriente hasta la puerta y una vez allí le dijo con una sonrisa sincera) Espero que te lo pases muy bien

Ici: Gracias

Alba: ¡Ah una cosa! (Ici se detuvo cuando fue a entrar al ascensor) Déjalo todo limpito, ¿vale?

Ici: Cabrona ¿qué pasa, piensas escaparte con Nat para celebrarlo? (la miró desafiante)

Alba: Nunca se sabe (elevó sus cejas mientras sonreía apoyando su cabeza en la puerta)

Ici: ¡Por los Clavos de Cristo!, ¡ya era hora! (se metió sonriendo en el ascensor y Alba la oía mascullar dentro)

Alba: Nunca se sabe (susurró cerrando la puerta y yendo hacia la niña) Ahora sí Nati, ahora sí eres mi hija cariño. Nadie te va a poder separar de mí, ahora somos madre e hija, tengo un trabajo podré sacarte hacia delante, ahora sí mi amor.




Acababa de entrar una urgencia en el Hospital, era un niño que se había caído del tobogán, estaba Natalia encargándose del caso junto a Lili.

Natalia: Oye Lili sería conveniente que Marta le diera un vistazo, ¿no crees?

Lili: Si estuviera sí

La apuesta (ALBALIA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora