Ding dong: 45

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Para las citas he decidido hacer capítulos narrados y un poco más largos, espero los disfruten porque lo hago con muchísimo amor.

Este capítulo lo escribí escuchando la canción en multimedia y una más que pondré acá abajo para que sea más mágica la lectura.

☆☆☆☆☆

Taehyung acercó su dedo hacia el timbre y lo tocó, su corazón palpitaba con rapidez gracias a lo nervioso que estaba.

Si le hubieran dicho hace algunos meses que estaría así por su vecino probablemente se hubiera reído mucho.

Cambió todo el peso de su cuerpo a su pierna izquierda y se mordió el labio inferior. Sus manos temblaban levemente y se regañaba mentalmente por estar tan alterado, él no era así, ni siquiera cuando salía con Bogum se ponía tan ansioso.

Cálmate Taehyung, cálmate. Se repetía a sí mismo mientras seguía esperando a que Jungkook saliera.

Tortuosos segundos pasaron hasta que la puerta de madera oscura se abrió dejando ver al chico que alteraba todo su ser. Vestido con una camisa a cuadros debajo de una gabardina negra y con unos pantalones claros rasgados, Jungkook le sonrió a Taehyung, quien se quedó embelesado admirándolo.

 Vestido con una camisa a cuadros debajo de una gabardina negra y con unos pantalones claros rasgados, Jungkook le sonrió a Taehyung, quien se quedó embelesado admirándolo

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—Hola hyung —saludó Jungkook disimulando a la perfección su nerviosismo.

Taehyung se aclaró la garganta y le sonrió ampliamente.

—Te ves muy bien —alagó sin despegar la mirada del atuendo del menor, quien se sonrojó levemente.

—No me digas que ahora vas a decirme cumplidos todo el tiempo —bromeó Jungkook apartando la mirada.

Taehyung lo tomó de la mano, haciendo que lo mirara de nuevo.

—Tal vez no todo el tiempo, pero es que en serio te ves muy guapo justo ahora —sonrió y depositó un pequeño beso en la mano de Jungkook, provocando que el corazón del chico se acelerara aún más.

—¿A esto te referías con eso de "nada de reprimirnos"? —cuestionó Jungkook con algo de timidez.

—Algo por el estilo, sí —dijo Taehyung —. ¿Por qué? ¿No te gusta? —preguntó haciendo un leve puchero.

—Sí, me gusta... es sólo que me parece tan raro —comentó el menor haciendo una mueca y provocando que Tae ladeara su cabeza en señal de confusión —. Antes tú no solías ser nada demostrativo —le explicó.

Ding dong, kiss me.Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora