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DEPRESIÓN || 11

POV' S TSUBASA

No pude levantarme de la cama hoy. Simplemente no pude. El hecho de que mis padres hayan muerto es un verdadero shock para mí. He llorado varias horas hasta quedarme dormido y tener pesadillas con respecto a la muerte de mis padres, como ver a papá lleno de sangre o a mamá con el cuello roto o la cabeza a travesada por un cuchillo o una bala... Cuando despierto lloro desconsoladamente. No quería que sucediera eso. Si tan sólo papá no hubiera muerto, mamá no me hubiese traído aquí y no se hubiese quitado la vida, pero de haber sucedido eso, nunca hubiese conocido a todos estos chicos que rápidamente se convirtieron en mis mejores amigos. Porque yo nunca tuve un amigo real sin ser mi balón de fútbol, pero nunca me importó. Yo vivo únicamente para el fútbol y nada más que el fútbol. 

Pero aun así no puedo dejar de llorar. Kirika trató de consolarme la noche anterior, pero no sirvió de nada. Todos ya saben la verdad y me apoyan en todo. Pero hace falta más cosas para liberarme de esta depresión.

Ahora estoy en mi cama llorando de nuevo. No doy más de la tristeza. Hay momentos en los que quisiera pasar al lado de mi madre...

─Tsubasa...

Dejo de llorar y me encuentro cara a cara con Misaki.

─Mi-misaki...

─¿Estás bien?─ me pregunta, sentándose a mi lado, en la cama.

─Estoy igual que anoche─ le digo con la voz gangosa.

─Enserio lamento lo que te pasó. No merecías eso, al igual que nosotros, pero esa es la realidad: pasa. Te juro que daría todo por traerte a tus padres de vuelta, y a los de los demás también...¿Sabes? Yo deseo con toda el alma volver a ver a mamá después de tantos años, saber si tiene una nueva familia, si es feliz en su nueva casa, si me extraña..., si aun me considera su hijo...─ empieza a sollozar y luego me abraza─¡Tsubasa, la extraño tanto!─ llora con más fuerza en mi pecho.

─Misaki...─ mi primer impulso es abrazarlo y tratar de calmarlo─Estamos iguales, Misaki─ le susurro y acaricio su cabeza.

─Yo siempre estoy pasando los días tratando de reservarme las lágrimas. Parece que mi pasado no me afecta tanto, pero en el fondo quiero dejar salir toda la bronca y angustia que siento en el fondo de mi alma.

─Conmigo puedes sentirte seguro de contarme tus cosas, porque eres uno de mis mejores amigos─ le sonrío, y él me corresponde.

Pero algo en su mirada hizo que ya no me sintiera de la misma manera que hace un rato. Los ojos de Misaki... son como dos píldoras de encanto...

En eso, Kirika entra a la habitación.

─Tsubasa, Misaki...─ no pudo terminar su oración, ya que nos ve fundidos en un beso.