Prólogo

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Louis de tan sólo seis años paseaba por aquel triste pedazo de tierra con juegos oxidados que el personal adulto solía llamar "área recreativa", se encontraba al lado derecho de un edificio viejo de cinco pisos con apariencia de casa embrujada, aquella área recreativa resultaba ser la parte más bonita de todo el orfanato Evergreen aunque eso sonara muy triste y contradictorio para el título que portaba porque toda la zona resaltaba por lo árida y solitaria que es como siempre se encontraba.

Había terminado los deberes que cada niño y niña tenían asignados al ser parte de aquel horrible lugar cuando era semana de adopción; sí, como la vez que sus padres lo llevaron a escoger un perrito y adoptó a Manchas porque fue el único que se atrevió a acercarse y lamerle la mano, esta demás explicar que nunca supo qué fue de su perro, semana de adopción sonaba como ofertar perros al mejor postor incluso si no se debía pagar por ellos, le disgustaba mucho aquel título. Él no lamería la mano de nadie para que lo adoptaran, y ni la ducha obligatoria o la ropa limpia con olor a suavizante haría que eso pasara, quería salir de ese lugar, pero también quería que lo quisieran de verdad, sin que lo encontrarán tierno o adorable, quería ser Louis, no un adorno para la familia que quisiera llevarlo a su casa.

Muchos creerían que aquellas ideas eran algo que un niño de seis años no podría pensar, pero se equivocaban, a Louis sus padres siempre lo trataron como lo que era, un niño, no un ser inferior al que había que explicarle todo con manzanas o aquel que era incapaz de comprender cosas que parecen complejas, lo amaban y todo hizo eso hizo de Louis un niño diferente, lo que muchos llamarían maduro, pero sus padres se encargaron de dejarle en claro que la madures no era algo exclusivo de las ideas.

La mayoría de los pequeños con los que platicaba jamás habían tenido algo ni cerca de lo que él había vivido cuando sus padres aún estaban con él, era notorio, pues la mayoría nunca conoció a quienes les trajeron a la vida y las sucias paredes del orfanato es todo lo que habían visto, por eso solían creer que Louis era mas grande de lo que en realidad era, porque se expresaba diferente y pensaba diferente, pero ¿quién no lo hace? quizá ahí estaba parte de la respuesta al porqué de su falta de amigos.

Se sentó en uno de los columpios, el Sol le daba en la cara y la tierra que el viento movía provocaba que entrecerrara los ojos, logró ver junto un de los columpios a Lisa, la única niña de ascendencia asiática de todo el orfanato. Lisa lo saludo a la distancia como siempre, era la única que se acercaba a él sin pena, luego de varios intentos de su parte por ser su amiga Louis descubrió que ella también había convivido con sus padres y siempre se enojaba cuando decían que era china, tenía rasgos asiáticos lo que propiciaba las burlas de los demás niños y niñas, ella entristecía diciendo que su familia era de Filipinas más no de China. Louis no sabia donde quedaba Filipinas, pero sin duda le quedaba claro que no estaba en dicho país.

La pequeña castaña de casi seis años movía con entusiasmo ambas coletas que una de las trabajadoras se había esmerado en hacerle mientras llegaba frente a Louis tapándole el sol—. ¿Listo para que nos adopten? Hoy es el último día de la semana de adopción —el vestido rosa impecable caía con gracia por debajo de sus rodillas.

—Lo sé, Lisa —respondió mirando a la niña sin intención de decir otra cosa.

—Yo creo que la pareja que vinó el otro día se llevarán a Phoebe, se les veía emocionados, ¿no crees Lou? —mencionó emocionada. Era muy común ver en el orfanato a diversas parejas en el proceso de visita para elegir quien tendrá la oportunidad de pertenecer a su familia.

—Bien por ella, tiene cuatro —refiriéndose a su edad—, pronto no recordará este lugar —Louis se preguntó si se veía tan limpio como ella, con esos pantaloncillos de mezclilla o si su gorra disimulaba que no se peino.

—Lou no estés triste algo me dice que hoy será nuestro día... en la semana te vi con varias parejas —Lisa movía ambas cejas juguetona, quería pasarle un poco de positivismo a su pequeño amigo.

—Ninguno de ellos me adoptará así que me veras aquí en el columpio al finalizar el día, igual que cada semana desde que llegué —Louis sonrió genuinamente, él estaba seguro que ese día no se iría.

Lisa no supo distinguir bien aquel gesto y lo tomó como algo sarcástico—. Lou eres malo y me pones triste.

—A ti te adoptarán, la señora que te abrazaba el otro día se veía emocionada y su esposo igual —dijo el castaño en un intento por arreglarlo, estaba un poco confundido por la reacción de la niña frente a él —. No deberías estar triste.

—Quizá, aunque no volvieron los demás días creo que hoy nos llevaremos una sorpresa. Ambos —enfatizó la pequeña quien rápidamente paso de una emocion a otra pues ya sonaba esperanzada y optimista.

Varios niños y niñas comenzaron a salir hacia él área recreativa, que era donde los adultos podrían apreciarlos y platicar con ellos si así lo deseaban y Lisa salto en emoción levantando un poco de polvo y haciendo bailar sus largas coletas porque eso significaba que el orfanato Evergreen estaba por abrir sus puertas en espera de formar familias.

—Lisa uno de tus moños no está —le advirtió Louis a la pequeña quien afligida se llevó las manos a ambas coletas siendo la izquierda sin moño comprobando lo que decía Louis.

—Acompáñame por él, debió caerse cuando baje de mi litera —sin más, sus pequeñas manos tomaron las de Louis jalándole hacia el edifico viejo.

Unos pasos más, cerca de aquella construcción se escucho un grito y vidrios romperse, Lisa y Louis miraron hacia arriba para saber la razón de aquel ruido que sin duda había asustado a varios niños cerca de ellos.

En cámara lenta un cuerpo caía sin más. Lisa lo supo.

Tes morena.
Dos trenzas.
Vestido verde.
Zapatos de charol.

El cuerpo había golpeado el suelo fortísimamente, la sangre llego a los pies de Louis directo de las trenzas de aquella chica por su cercanía con el lugar del impacto. Lisa apretó la mano de Louis en busca de apoyo porque vaya que tenia razón cuando dijo que se llevarían una sorpresa, sí que se sorprendieron.

Phoebe, quien muy probablemente sería adoptaba aquella semana, nunca conocerá el significado de hogar.

Adoptive brother [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora