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Era tercer año y último año de la icónica clase de héroes de UA. Con la cantidad de eventos que pasaron ellos en su primer año, los 20 jóvenes eran ya estrellas en Japón, siendo prometedores para ser héroes. Por petición de los jóvenes, quisieron hacer una fiesta en conmemoración a un baile que tuvieron en su primer año y que terminó mal.

- es tu oportunidad de declararte a Midoriya -le dijo Kaminari, haciendo que así todo el grupo de amigos le miraran de forma asombrada. Desde hace tiempo, incluso antes de primer año según el ojirubí, asegura que amaba a Izuku, solo que nunca habían tenido una buena relación o alguna forma de poder decírselo.

- creo que es la primera buena idea que escucho de tu boca -aseguró Sero antes de que se rieran todos, tratando de dejar de lado el sonrojo y el asombro que había permanecido en Bakugou. Así es como entre los 19 de la clase se confabularon para tratar de hacer que Deku bailase con él.

Cuando había llegado el momento, Katsuki sentía que sus manos sudaban más de lo normal y que temblaba completo, no paraba de peinar su cabello o de alisar su camisa, pensando en que realmente sería un error y que el pecoso probablemente le diría que no y que luego seguiría con su vida.

- ya viene -dijo Kirishima mientras trotaba hacia él desde la puerta de entrada del salón. Colocó su manos sobre los hombros de Bakugou y sonrió, viendo su ansiosa mirada- ¿estás listo, bro? sabes que esto es solo un baile, solo eso -dijo, antes de que el rubio arrugara su nariz y se apartara de su amigo, bufando.

- claro que lo se, cabellos de mierda -gruñó antes de girarse y ver como venía Midoriya, acompañado de Uraraka y Momo, mientras que la pelinegra le cubría los ojos, la morena lo guiaba con sus manos.

- chicas, ya, por favor -dijo Midoriya mientras se reía, llevando sus manos a las de Uraraka antes de apartarla. Cuando se vio que todos sus compañeros estaban distraídos pero formando un pequeño pasillo hacia Bakugou, quien a pesar de su ligero temblar estaba parado firme, con una mano estirada hacia él.

- baila conmigo, Deku -dijo en un murmuro, mientras caminaba hacia él y bajaba sus manos a las de él, tomándolas suavemente.

- Kacchan -susurró el pecoso, mientras dejaba que el ojirubí tomara sus manos y las alzara a su cuello, dejando que reposaran ahí antes de que él bajara sus manos a la cintura del menor, dejando luego su cabeza en el hombro del menor.

- baila conmigo, por favor -susurró, lamiendo suavemente sus labios antes de que Uraraka y Momo se fueran, antes de que el pecoso dejara de la misma forma su cabeza en el hombro del rubio.

"bailamos dos vals antes de que cada uno se fuera con sus amigos. Una vez terminó el baile y cada uno fue a su cuarto, nos vimos en la azotea de los dormitorios y nos quedamos hablando ahí. Acordamos no ser nada mientras no termináramos la escuela, pero terminamos siendo amigos con derechos"

Midoriya Izuku frunció sus labios al leer lo que estaba escrito, junto con una foto de ellos en la azotea del edificio, a modo de selfie.

- ¿no puedes dormir? -le dijo la somnolienta voz de Bakugou, haciendo saltar al oji esmeralda. Cerró el libro antes de girar su cabeza y ver como a su lado el rubio frotaba su rostro, bostezando luego- ¿te duele algo? -dijo mientras se sentaba, frotando aún su rostro.

- no, estoy bien, solo me desperté -murmuró antes de dejar el libro a su lado, suspirando un poco.

- ¿quieres un té para que puedas dormir? -le dijo Katsuki, sonriéndole de forma dulce. Midoriya negó antes de apagar la luz y recostarse de forma rápida, acurrucándose entre las sábanas. Escuchó al rubio como suspiró antes de que se girara hacia él, gruñendo un poco- ¿qué piensas, Deku?

- me siento mal por no recordarte -murmuró el pecoso antes de mirarle de forma angustiada- debe sentirse una mierda traerme aquí sabiendo que no te recuerdo -murmuró antes de que el rubio se acercara suavemente, subiendo su mano al rostro del pecoso de forma dulce.

- ¿sabes algo? En la noche te ocurría lo mismo -dijo con una sonrisa dulce- a veces despertaba y te veía sentado en la oscuridad, angustiado por distintas cosas -murmuró suavemente- porque debías dar una charla, porque algo te dolía, porque alguien quedaba herido, a veces por cosas tontas como que estaba enfermo yo o tu madre y no querías ir para poder cuidarnos -aseguró el rubio, mientras veía como el chico le ponía atención.

- ¿de verdad? -murmuró suavemente, mientras dejaba que los dedos le rozaran de forma dulce el rostro.

- ¿y sabes qué hacía para calmarte? -dijo con una sonrisa, alejando su mano- gírate sin miedo dulzura -aseguró el hombre- te abrazaba por la espalda y caías dormido al instante -murmuró, viendo como el pequeño fruncía levemente sus labios.

- ¿no me harás nada? -dijo el peliverde, girándose de forma desconfiada cuando el hombre le sonrió y negó con su cabeza. Una vez dándole la espalda, sintió como las manos de Bakugou Katsuki se deslizaron suavemente por debajo y encima de él, mientras que su mano iba a su cabeza para acunarla suavemente, su otra mano iba a su cintura y reposaba en su vientre de forma dulce, en lo que juntaba su cuerpo para acunarlo de forma cuidadosa.

- trata de descansar, por favor -susurró el rubio, mientras dejaba su rostro en la nuca del pecoso, acariciando su piel de forma suave.

Midoriya Izuku se sonrojó al sentir como sus cuerpos encajaban.

A Bakugou le gusta MidoriyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora