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El domingo volvimos a salir, esta vez conocimos un museo de arte con objetos reciclados. No era muy grande pero era interesante. Además, había presentaciones en vivo de los artistas.
Luego otra semana de aburridas clases, pero Handong me insistió para ir juntas al cine el miercoles y accedí. Vimos la famosa película del Joker y quedé impresionada de su historia, realmente sentí su dolor. Y para finalizar la velada, fuimos a cenar a la casa de Handong. Ya no me importaba llegar un poco después de la hora límite. O ya directamente no llegar. El viernes fuimos a un café después de la escuela, era una ocasión especial.

Dongie había estado llendo los últimos días por una camarera que le gustaba. Le llamó la atención las puntas verdes de su cabello. Además no parecía mayor que nosotras y bueno, tiene debilidad por las chicas tiernas.

—Yo creo que es muy buena en su trabajo. ¿por qué no la llamamos? ¡Señorita! —por suerte la chica de tiernos ojos se volteo y acerco cuando se lo pedí —disculpe la molestia, mi amiga no sabe que pedir y tal vez podrías hacerle alguna recomendación jeje si no es mucha molestia.

—Claro. Mmm últimamente ordenas café solo, ¿no te gustaría probar algo dulce? Tal vez un batido.—Señaló en la carta, parada al lado de mi amiga. — Aunque si no quieres cambiar, ayer llegó un nuevo expreso con sabor a vainilla.

—Supongo que algo dulce estaría bien.

—¿Dulce como yo?—la camarera sonrió especialmente a Handong, como si no estuviera presente. Lo cuál me gustó.

—Sí. Digo... Un batido de chocolate estaría bien.—Apartó su mirada lentamente al menú.

—Jejeje está bien. ¿y tu ya sabes que vas a pedir?—me hablo con una gran sonrisa. Me agradaba la chica pero tendría atención por cualquier cosa rara en ella.

—Sip. Me gustaría también un batido pero de frutilla. Y nada más.

—Enseguida se los traigo.

La chica sa fue detras del mostrador y le patie el pie por debajo de la mesa.

—Parece que te estuvo prestando atención. Hasta te coqueteo.

—Yo creo que solo fue un chiste.

—Deberias darle tu número.

—¿Cómo? ¿no crees que sería algo raro?...

—Es simple, ni siquiera tienes que hablarme. Cuando le pedimos la cuenta le das un papel con tu número y nombre. Nos vamos y problema resuelto.

—¿Y cuando vuelva mañana?

—Puedes hablarle.

—Supongo.

—O tal vez te pregunte por qué estornudas tanto y puedes decirle que es por el chocolate. Tal vez sea una conversación interesante. —Handong rodó los ojos pero luego los dejó fijos en un punto que suponía que estaba detrás mío.—¿qué miras?

—Tu cuello. Está lleno de chupones.

—Creí que dirías a la camarera.

—Cállate que ahí viene.

Si mi amiga le gustaba sinceramente no lo sabía pero era claro que le estaba coqueteando. Y Dongie lo estaba manejando mejor que hace segundos. Al menos ya podía sonreírle. Nuestra conversación se basaba en eso o en la escuela, tal vez me comentaba sombre algún libro pero era difícil que se concentrara con la camarera cerca.
Aún así eran momentos que atesoraba, no tenían que ser eventos extraordinarios, solo estar con mi mejor amiga y divertirnos.

Fue a darle su número a la camarera con la excusa de pagar la cuenta. Justo en ese momento entró mi novia al locar y lo primero que hizo fue abrazarme, empujando a la china de paso. Le iba a reclamar, entonces se alejo dejandome ver que Dongie había chocado con su amor platónico y le estaba dando el papel con su número. Prácticamente encerrándola contra el mostrador.

—¿Vamos Handong?

—Sí. A-adios, Gahyeon.

Con paso lento salimos y luego de unos metros yo me puse a chillar junto con mi amiga. Lo había logrado.

—¡Gracias Minji!

Dijo mi amiga en lo que seguíamos nuestro camino. La dejamos en su casa y era hora de volver a la mía. Aunque siendo sincera era lo último que quería.

A paso relajado llegamos. Abrí la puerta, subí las escaleras y entre a mi cuarto. Todo estaba demasiado silencioso lo cuál era extraño. Siempre estaba la tv prendida, o estaba mi mamá en la cocina haciendo sus cosas. Preferí ignorarlo y difrutar del momento junto a Minji.

Veriamos una o dos películas con suerte.
Y así llegó el sábado de flojera. Lamentablemente no pudimos terminar de ver la película cuando llegaron mis padres, quienes prácticamente echaron a mi novia de la casa. Pero eso no significó que no durmiéramos juntas o que no hiciéramos algo más.

Y volviendo al Sábado de flojera, Preferímos quedarnos en cama hasta pasado el medio día. Me dolía un poco la entrepiernas, más que nada necesitaba descansar.
Minji aún dormía mientras me abrazaba. Se veía tierna, tranquila; como un ángel. Su pecho subía y bajaba lentamente, su aliento acariciaba la piel de mi torso. Se sentía relajante el calor que compartíamos, tanto que creí que me volvería a dormir.

Entonces unos golpes resonaron en la puerta. Una y otra y otra vez. Me mantenía callada fingiendo estar dormida pero los golpes se hicieron callar, se escuchó una voz del otro lado. No era nada más ni nada menos que Handong.

—Ya voy. —dije mientras buscaba con la mirada algo para ponerme y me soltaba de la koala Minji.

—Al fin despiertas.—se quejó. Me puse un short y una camiseta, ambos los saqué del armario. Y abrí. —Creí que estarías estudiando y pensaba en ir donde Dami para ayudarnos mutuamente... Aunque veo que tienes una invitada.— Lo último que dijo fue mirando sobre mi hombro, más exactamente a mi novia que aun yacía dormida en mi cama.

—Sí... Vimos una película.

—Ajá. Una película.

—Y después lo hicimos.—suspiré derrotada.

—Lo sabía. En fin ¿vienes a estudiar?

—Sí. Solo déjame que me preparo.

—Perfecto. Le diré a Dami que en un rato estamos en su casa.

Volví al armario, esta vez para buscar ropa interior. Pasé al baño. Me higienice y peiné; también me puse zapatillas, guarde varios de mis libros en la mochila junto a las carpetas y solo tenía una última cosa que hacer.
Me agache a la altura de la cama y desperté a Minji con un beso. Como si fuera la bella durmiente pero con un sueño más pesado. Tarde en agitarla pero respondió.

—Iré donde Yoobin a estudiar, no vayas a hacer ruido.

—Claro, ve. Y cuidado en el camino.

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A lo mejor el próximo cap se retrac un poco.
Estoy muy ocupada con la escuela y con la grabación de un corto así que no esperen mucho de mi jejox.

¡Nos leemos en otro cap!

Cazadora de PesadillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora