Condenado a un Amor

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-¡Mi Señor! Se le acusáis de robar a la novia antes de la boda, ¿qué tiene que deciros en su defensa? De antemano le recuerdo que el apellido le ha sentado bien a lo largo de su vida, tenéis demasiadas mujeres que aseguran habeis estado a su lado y compartir una cama juntos, tal vez solo sean habladurías de la gente, pero mi informante le ha contado 132 Damiselas hasta el momento, un gran numero para alguien que en un principio estaba dispuesto a servir a nuestro Dios, falló en su juramento de “Celibato”. Ahora decidme  Sir Darién, ¿cuáles son sus argumentos en esta corte?- miles de personas estaban en ese lugar, cuchicheaban a mis espaldas, la mayoría me condenaba, me humillaba con sus comentarios “estúpidos” Pero…  había llegado la hora de defenderme y comencé a hablar ante aquella multitud

-Decíd que cuando nos enamoramos lo hacemos de una cara bonita, de un cuerpo tentador y un par de ojos coquetos, a mi me estáis acusando de tal cosa… me han tachado de indecente… de pervertido e inmoral, gente que acusais sin saber, personas que no mirais mi interior, alguna vez yo no era lo que soy, fui el mejor hombre enamorado de la vida y de una mujer… una sola mujer- el silencio penetro en la gran sala de esa corte, un lugar algo frio y poco colorido, mi mente comenzó a viajar y las imágenes de mi existir comenzaron a surgir, parecía como si retrocediera en el tiempo lenta y pausadamente, cerré mis ojos y suspire una y otra vez.

-El tiempo por ahora se nos habéis terminado, su presentación suena interesante y vosotros “los jueces y sus verdugos” estaremos esperando con ansias esa gran explicación- ese hombre se mofaba de mi angustia, al menos el creáis que yo sentía tal angustia

-Sir Darién, se retirara a sus aposentos y analizara bien su respuesta, ya que no estamois dispuestois a tolerar su indecencia, nos ha faltado al respeto al robar a vuestras mujeres… y eso “Señor Mío” no quedara impune, ¡Guardias! ¡Llévense a este “Casanova”! – me estrujaban por todo el camino, se decían mis opresores y mis verdugos y yo me reía en mi interior, pobres ilusos pensaba yo, pero lo que se veía venir seria mi final si no lograba convenceros a esos hombres que tenían “el ego dañado”,  debo admitiros yo era el “culpable” pero no les daría el gusto de verme derrotado.

Yo el gran “Conde de Seingalt” les demostráis que alguna vez hubo un hombre en mi que se enamoro de un alma pura, que dejo a un lado los atributos que guardan las mujereis debajo de esos amplios y grandes vestidos. Estas sois mis memorias, pero como sois bastantes, por hoy solo les contare como comenzó todo...

Mi nombre es Darién Casanova Chiba naci un 2 de Abril de 1798  en la ciudad del amor, mi amada y querida Venecia, ahí pase los años mas mozos de mi existencia hasta ese día… ese día en el que la conocí… que conocí mi desgracia como hombre, que abandone los hábitos y el amor a Dios por seguir a una mujer que no supo valorarme, que se fue sin volveros la vista atrás…

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