VI

885 84 2
                                    

Robb se despertó a la mañana siguiente bastante cansado debido a la salida nocturna de la noche anterior. Se había tenido que curar la ceja el solo y le escocía a horrores, y además tenía un horrible dolor de cabeza. Era irónico, parecía que cada vez que se cruzaba con Morrigan salía herido de alguna forma. Increíblemente, la herida que más le había dolido no fue la del pómulo, ni la de la ceja, la que más le dolió a Robb es la del día que Morrigan se fue sin avisar. Él y Jon habían seguido yendo al lugar de encuentro durante meses. El bastardo desistió primero, Jon ya se había hecho a la idea de que Morrigan no iba a volver, pero Robb no. Robb era incapaz de pensar que Morrigan se hubiera ido, así, sin avisar, no podía acabar su relación así de ninguna manera. Al final Robb también desistió. Eso lo llevó a estar ahora agotado, mientras removía sin ganas el desayuno que se encontraba en el plato.

Sansa y Rickon también estaban allí, el pequeño se veía feliz mientras engullía su desayuno mientras que la joven comía con delicadeza y ponía en práctica los modales que la septa y su madre tanto le habían insistido en aprender. La bella joven se veía ilusionada, su madre le acababa de informar que una pequeña comitiva venía desde Dorne con la intención por parte del príncipe Doran de afianzar la amistad entre Dorne y el Norte. A Sansa le asombraban las ropas y los peinados del sur, las fiestas, la educación... Todo lo que no fuera el estúpido norte le encantaba.

—¿Qué te ha pasado en la ceja?—Preguntó Arya interrumpiendo el silencio que había entre sus hermanos mientras entraba en el salón dispuesta a desayunar.

—Si no durmieras como una marmota lo sabrías—respondió Sansa haciendo alusión a las palabras de su hermana con cierto desagrado ya que todo el mundo había escuchado el estruendoso estallido de la noche anterior.

—¡Robb liberó a una mujer de las mazmorras desobedeciendo a madre!—exclamó el niño que en la oscuridad de la noche al abrir la puerta de su habitación para ver que había pasado se había encontrado con un Robb despeinado y con la herida en la ceja.

—Yo no hice tal cosa—Reprochó Robb intentando negar lo evidente puesto que se habían podido escuchar el cabreo de su madre en toda la fortaleza norteña.

—¿Quién era la chica?—preguntó ahora Arya sintiéndose un poco fastidiada por no haberse enterado de los acontecimientos que habían ocurrido esa noche.

—Theon dice que es la mujer con la que tu hermano lleva soñando desde que ella se marchó—Añadió Sansa enfrentándose a la mirada del mismo azul que la suya de frente.

—¿De qué habláis?—Dijo Bran en un intento de unirse a la conversación.

—De la amiga de la infancia de Robb, la que lo abandonó—Tras este comentario el heredero dirigió su rápida y furiosa mirada hacia Arya.

—¿De Morrigan? He oído a los guardias que la liberaste anoche—comentó curioso Bran.

—¿Cómo sabéis tanto de Morrigan?—preguntó un Robb sorprendido y ya un tanto cansado del tema de conversación.

—Es evidente—añadió Arya—Tú y Jon nos habéis contado todas las historias y aventuras de vuestra infancia con esa chica.

—Sí, siempre he pensado que sentías algo más que amistad por ella—dijo Sansa levantando la vista del plato de nuevo para volver a mirar a su hermano mayor fijamente—Pero después recuerdo que es de baja cuna y que tú, siendo heredero, nunca le harías algo así al Norte.

—¿A qué te refieres con hacerle algo así al Norte?—preguntó un Robb un tanto desconcertado clavando la vista en su hermana.

—Enamorarte de alguien así—finalizó Sansa manteniendo la vista fija en su hermano.

La Bruja (Game Of Thrones)Where stories live. Discover now