~04~

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Un sonido, en exceso molesto, taladró en la cabeza de Taehyung, espantándole los vestigios de sueño, haciéndole gruñir de mal humor. Solía despertar molesto, así durmiera doce horas seguidas; lo cual no era el caso esa mañana, pues su celular marcaba las siete y treinta, significando que sólo había descansado dos horas.

Intentó girarse en su cama, pero un cálido cuerpo, abrazado a su cintura, se lo impidió. Volteó la mirada, encontrando el apacible rostro dormido de Seokjin. ¿Podía un hombre lucir tan hermoso, incluso durmiendo? Eso no tenía sentido para el castaño, sin embargo, sólo deseaba besarlo e iniciar una nueva sesión de sexo matutino. Evaluó sus opciones, considerando que, tal vez, alcanzaba a hacerle, por lo menos, una mamada, en agradecimiento por la fabulosa cogida de la noche anterior.

El mayor tenía una hermosa erección matutina, producto de dormir pegado a su trasero. Tae no iba a desaprovechar aquella oportunidad. Perdiéndose bajo las mantas, se posicionó entre sus piernas fornidas y comenzó a estimularlo con una mano, buscando mayor firmeza para la hora de engullirlo. Unos suaves quejidos llegaron a sus oídos, más no se detuvo en su afán por devolverle el favor. Su miembro se alzaba glorioso ante sus ojos, tan bello y venoso como lo recordaba, con su tono rosado y su gran tamaño. Era tan perfecto, que no esperó más y le dio una lamida, saboreando su particular sabor. Delicioso. Jugó con la punta de su lengua, acariciando el borde del glande y llegando hasta la cima, buscando despertar todos los puntos nerviosos con esta acción. Para ese momento, Jin estaba gimiendo entre dormido. Taehyung lamió con ganas toda su longitud, introduciendo la cabeza de su pene en la boca, liberándola con un chasquido, repitiendo la acción dos veces, antes de tragarlo por completo. Relajó su garganta, esforzándose en llegar más profundo, consiguiendo meter las tres cuartas partes de su miembro. Seokjin era el chico mejor dotado con el que había estado, y algo le decía que jamás sería capaz de tragarlo por completo, pues era físicamente imposible, por su tamaño.

- ¡Hmp! – Seokjin jadeó, con su boca abierta y los ojos cerrados, recordándole su primera vez en el club - ¡Aah! ¡Tae! – añadió, con los dientes apretados, mientras que el castaño chupaba fuertemente, a la vez que envolvía con su lengua la polla del mayor.

Una tentativa mano llegó a su cabeza, enredándose con su cabello, jalando ligeramente de él, excitándolo e instándolo a ir más hondo. Tae obedeció, sintiendo su cuerpo calentarse, a pesar de la sensación de asfixia al tenerle metido tan profundo en su garganta. Unas pequeñas lágrimas le nublaron la vista, pero Taehyung lo disfrutaba. Le gustaba lo rudo y salvaje, era parte de su ser. Para él, el sexo tenía que tener algo fuerte a lo que aferrarse.

- ¡Ohh...! ¡Ahh...! ¡Sí, sí...! - jadeaba Seokjin, mordiéndose el labio inferior, para no alzar demasiado la voz; sin embargo, las sensaciones eran tan intensas y la boca del castaño se sentía caliente, su lengua y mejillas envolviéndolo a la perfección, sumado a la forma feroz con que el chico chupaba su polla, como si quisiera realmente tragarlo - ¡Oh, maldita sea! ¡Tae! ¡Tae, me voy a correr! – vociferó, con las piernas temblando y la vista nublada de placer absoluto.

Taehyung sintió el pene de Seokjin bombear en el fondo de su garganta, y su semen caliente brotando, el cual tragó, disfrutando de su sabor. Se mantuvo chupando, prolongando su orgasmo un momento más, hasta que la firmeza de su miembro decayó.

- Buenos días – saludó, apareciendo bajo las mantas, entre sus piernas. Jin lucía consternado, pero innegablemente feliz.

- Es el "buenos días" más increíble que he recibido – respondió, abrazándolo contra su pecho y besándolo, sin importarle lo que su boca estuvo haciendo hace un minuto atrás. Tae lo tenía comiendo de su palma a esas alturas.

- ¿Has recibido muchos? – preguntó, recostándose sobre él, trazando imaginarios dibujos con su dedo sobre el mayor.

- Tristemente... no – Seokjin consideró innecesario mencionar que era la primera vez que alguien lo despertaba así - ¿Qué hora es? – consultó, regresando a la realidad. Se estiró para tomar su celular de la mesilla de noche, conteniendo una maldición, al ver lo tarde que era – Agh... Van a matarme – masculló, soltando un suspiro resignado, cerrando sus ojos. Ese día debía realizar las compras para abastecer el local, y se retrasaría considerablemente.

~CHEMISTRY~ [JinTae]Where stories live. Discover now