No es el trono, sino quien lo hace parecer uno...

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Sus manos estaban calientes y sudorosas, no importa cuántas veces las limpió sobre la tela de su vestido, siempre volverían a sudar, su estómago se retorcía de una forma extraña que definitivamente no era el hambre, con cada paso que daba, sus rodillas temblaban, amenazando con traicionarla y desplomaría en el suelo frente a todos los invitados en el salón.

"Por favor no me sueltes" Suplicó Elsa, aferrándose con fuerza al brazo de Hans. Desde que el Duque y el Rey se habían marcharon, los susurros indecorosos comenzaron aumentar en volumen, dejando atrás el decoro y la discreción hasta convertirse en murmullos que la música no podía callar.

Hans estaba tan preocupado como Elsa. Pero a diferencia de su esposa - que se preocupaba por el bienestar de su cabeza y las probabilidades de que estuviera rodando en la plaza principal- Hans se preocupó por su hermana. Sabía que su hermana prefería mantener un perfil bajo, uno donde los chismes no fueran de la mano con su nombre, prefería mantener a su reino en silencio, lejos de otros reinos y sus constantes intentos por aprovechar las riquezas que Arendelle poseía.

Para su hermana, era difícil de confiar en otros que no fueran Hans o ella misma.

No apreciaba la ayuda de nadie, Nunca.

"En cualquier momento podrían restregarte en la cara que dependes de ellos, Hans. Cuando se debe un favor a alguien, puedes pedir cualquier cosa a cambio. No se dan cuenta de la soga que se ponen en el cuello cuando piden ayuda. Piensa en las Islas del Sur como un ejemplo. El tonto que tienen como rey se encargó de poner una soga a cada miembro de su familia, una soga que se ata a mi mano." Fueron las palabras de Anna cada vez que Hans pregunto por qué se negaba a aceptar la ayuda de otros. Anna levantó su mano derecha ligeramente, entrecerrando sus dedos enguantados ligeramente.

"Solo hace falta un pequeño tirón para recordarles quien está a cargo, y si olvidan a quien deben su reinado... Siempre se puede ajustar la soga con más fuerza" El Rey apretó el puño, lentamente cerrándose hasta convertirse en un puño fuerte.

Los mismos señores del consejo pedían a Hans para que hablar con ella, Pero sin importar cuantas veces lo intentó Hans, Su hermana nunca cambió de opinión.

"Poseo tierras y el agua, los bosques para la madera!. Tenemos lo que necesitamos para vivir en paz y sin la ayuda de nadie!"

"La mitad de esos territorios están cubiertos por la nieve Majestad, el territorio del norte serían más que suficiente para vivir por más de un siglo! Pero como todos sabemos, el frio y la nieve no permiten que nada crezca en esas tierras, están malditas por el eterno invierno!" Hans había admirado el valor de Sr. Thomas, el hombre en sus años de oro seguía tan firme como Anna, el habría de alzar su voz para el Rey, un acto que ningún otro más que los antiguos reyes se aventuraban hacer.

Quería que se diera cuenta del gran error que cometía, al arrastrar a todo el reino a la muerte por el hambre solo por no poder hacer a un lado su orgullo.

"Quizás pueda alimentar a su pueblo con la gran cantidad de orgullo que pose majestad" Dijo Sr. Thomas con frialdad sus grises ojos cansados miraron con frialdad a los del Rey "Nos está condenando a todos a una muerte segura!" Los puños de Anna se apretaron en su regazo, estaba al borde de la ira, no perdonaba tal insolencia en un hombre, Hans intento calmar la situación levantándose de su asiento a la derecha de Anna y poner una buena razón diplomática por la cual Anna no aceptaría la ayuda de nadie.

"No pase sus noches en vela pensando que comerá mañana, Mr. Tomas. Personalmente me aseguraré de que, no falte el pan y el vino en su mazmorra cada día por el resto de su vida" Su Voz aunque tranquila y baja, no carecía de firmeza y amenaza, su mirada recorrió la mesa grande donde los miembros del consejo se retorcían " Y si es queso lo que quiere, me aseguraré de que lo coma, si es carne lo que hacía su boca, puede comer las ratas que intentarán comerlo. Será tratado como un Rey!" Sonrió. Se inclinó ligeramente al frente, apoyando sus manos sobre los reposabrazos gruesos de su silla alta. "El rey de las mazmorras"

Extraña Bebida (Elsanna)Where stories live. Discover now