5 días antes de la catástrofe |Ruz|

Dia 1

Había una guerra, la gente gritaba desamparada. Los soldados se mataban entre ellos, las calles eran un desastre.

Había saqueos y destrucción en toda la ciudad.

Entonces me doy la vuelta, y veo a un parque con gente sonriendo y comiendo algunas frutas, estaban ignorando todo a su alrededor, no parecían estar metidos en esa catástrofe.

¿Por qué?

"Ahg mierda" se queja levantándose lentamente.
Ruz no sabe si definir ese sueño como una pesadilla. Fue extraño, pero decide no prestarle atención, después de todo solo era un bobo sueño.

Se levanta con demasiada flojera, desea quedarse en la cama, pero su padre lo llevaría a su primera asamblea y debe levantarse temprano.

No quisiera ir a esa reunión, pero debe demostrarle a su Padre que puede manejar eso sin dormirse.

No tiene en claro el tema a tratar de la asamblea, porque sin querer se durmió cuando su padre le habló de eso. No fue su culpa.

Antes de salir por esa puerta, se dirige a hacer su rutina matutina. Bañarse, vestirse, escuchar el himno de la URSS para ganar fuerzas y por último despreciarse un poco en el espejo.

•••

Baja a la cocina y ve a su papá tomando café sentado.

Ruz se mantiene en silencio al ver la rara expresión de su papá. Se nota decaído, le es demasiado extraño no ver la típica sonrisa en la cara de su papá, de hecho ¿alguna vez su papá ha tenido otra expresión?

Se queda viéndole un raro, carga sus ojos decaídos y una boca alargada. ¿Qué le habrá pasado? Se ve demasiado mal, tiene un aura muy oscuro.

Otra rareza, su papá no carga un suéter, generalmente lo lleva puesto para cubrir sus grietas.

Es la primera vez que ve esas marcas tan descubiertas, las detalla con la mirada por curiosidad ¿qué se sentirá tenerlas? ¿No le dolerán? No puede evitar sentirse mal por su papá, tal vez por eso esté tan decaído.

"Bendición" dice ante tanto silencio exaltando a Venezuela.

A veces le daba algo de vergüenza pedirle la bendición a Venezuela, veía que era el único que lo hacía, los demás países no.

El venezolano de inmediato cambia su expresión a una más alegre y típica de él. A Ruz se le remueve el estómago al ver ese repentino cambio.

Venezuela deja su taza de café en la mesa y abraza a su hijo.

"Dios te bendiga" se separa de él "¿qué tal amaneces?"

Ruz está incómodo, miles de ideas pasan en su mente. Como puede ser que hace poco estaba tan mal y ahora parece que su felicidad estuvo ahí siempre. ¿Lo habrá echó otras veces antes?

"¿Piensas desayunar algo?" le pregunta Venezuela ante el silencio de su hijo.

"No, sólo tomaré café"

Después de otro rato en silencio. Rusia baja atareado.

"Es tarde, hay que irnos"

Ruz deja su taza de café y se dirige al vehículo.

Antes de irse Rusia toma la cabeza del venezolano en sus manos y le da un casto beso que hace el sonido de un chasquido.

"No hagas nada extraño ¿sí?" le dice dándole otro beso.

"Te lo prometo"

Ruz ve esa escena a lo lejos, no entiende el porqué de ese nada extraño.

•••

Se quedó dormido en medio de la asamblea.

Rusia lo regañó como quinientas veces, Ruz está molesto por eso.

"No estás preparado para irte a vivir a tu país"

"El gobierno ruso se seguirá encargando mientras tanto"

"No puedes ser una nación independiente si sigues así"

¡No fue su culpa! Se durmió tarde porque alguien se quedó con su marido hasta las tres de la mañana haciendo mucho ruido.

Está seguro que su nación está lista para independizarse, su pueblo está listo, además solo fue un sueño, no volverá a ocurrir.

Obvio su padre no lo escuchó, como siempre. ¿Cuál es su necesidad de asegurarse de que todo saliera perfecto cuando se trataba de él?

A veces envidia a su papá, no tiene que ir más a esas reuniones debido a que cortó lazos con su gobierno, claro que después se arrepentía de sentir esa absurda envidia.

Su papá, cuando regresó se veía normal, se colocó otra vez su suéter.

Tal vez nada malo pasa.